Con una superficie aproximada de dos metros cuadrados y un peso de 5 kilogramos, la piel es el órgano más grande del cuerpo humano, se mantiene activo las 24 horas del día y tiene la capacidad de regenerarse.
Según información de un hospital especializado en el cuidado de la piel, este órgano está en permanente relación con los otros órganos del cuerpo, y es a través de ella que se revelan disfunciones y malestares que afectan, así como también muestra emociones. Es un órgano vivo impermeable, resistente y flexible, la piel es un órgano vital para el cuerpo humano.
Las principales funciones de la piel son proteger, es decir ser una barrera frente al exterior, cuida de enfermedad, temperaturas extremas, quemaduras y golpes; Regula el metabolismo y la temperatura corporal, esto se refiere a que impide la salida de líquidos, células y otras sustancias que están dentro del cuerpo, también elimina sustancias nocivas y mantiene regulada la temperatura de nuestro cuerpo.
La piel es la encargada del sentido del tacto, esto se lleva a cabo a través de las terminaciones nerviosas, el cuerpo recibe todos los estímulos que nos genera el tacto. “En un solo centímetro cuadrado de piel hay más de 5000 receptores sensitivos, que envían la información instantáneamente al cerebro, quien decide cómo actuar en base al estímulo”, menciona un estudio de la piel.
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Las piel cuenta con tres capas la primera es la epidermis, exterior y la principal barrera entre el cuerpo y el exterior defiende del crecimiento de bacterias, hongos y los rayos UVA, esta capa se renueva totalmente cada más o menos 48 días
La segunda es Dermis, una capa intermedia, gruesa, fuerte y elástica, nos protege de los traumatismos y regula la temperatura corporal. Por su composición celular y estructuras nerviosas sentimos frío, calor, dolor y cosquillas.
Y la tercera es el tejido subcutáneo, es la capa encargada de almacenar grasas, debido a esto, se desempeña manteniendo la temperatura corporal.
¿Cómo prevenir el deterioro cutáneo?
- Es importante mantener la piel hidratada y beber 2 litros de agua por día.
- Evitar el alcohol y el cigarrillo.
- Mantener una dieta equilibrada, incluyendo una gran cantidad de frutas y verduras.
- Mantener una higiene adecuada para evitar que los poros se obstruyan y la piel pueda respirar normalmente y eliminar impurezas,
- Realizar actividad física
- Utilizar protector solar media hora antes de exponerse y reiterando las aplicaciones cada 2 horas y después de meterse al agua.
GB