Un dato relacionado con mascotas encontrado en internet, o el consejo de un compañero de trabajo a veces puede llevarnos en la dirección equivocada, sin quererlo, claro. Para ayudarte a distinguir la realidad de la ficción, abordaremos los mitos comunes sobre perros y gatos, además de arrojar luz sobre el “conocimiento” que los dueños de mascotas solo creen que conocen.
¿La esterilización hará que mi mascota engorde?
¡NO! Aunque puede provocar algunos cambios de comportamiento. Esterilizar o castrar a tu perro o gato no hace que tu mascota tenga sobrepeso u obesidad. Sin embargo, la esterilización está relacionada con un mayor riesgo de aumento de peso si no se siguen las instrucciones de alimentación después de la cirugía.
Esterilizar a tu mascota resulta en una pérdida de ciertas hormonas, como el estradiol y la testosterona y un cambio en otras como la leptina, una hormona que influye en el apetito y la ingesta de alimentos, e insulina, que controla el azúcar en sangre. Estos cambios en las hormonas dan como resultado un metabolismo más lento para las mascotas esterilizadas y, al mismo tiempo, aumentan su apetito.
Esto significa que las mascotas esterilizadas y castradas generalmente necesitan menos calorías o más ejercicio para mantener un peso y una condición corporal saludables. Si una mascota recibe la misma cantidad de calorías después de la esterilización que antes, puede ocurrir un aumento de peso no saludable.
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Entonces, ¿por qué aumentan de peso?
El riesgo de aumento de peso después de la esterilización es más alto durante los primeros dos años después de la cirugía, según un estudio publicado en la Revista de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria. Por supuesto, cada vez que tu perro o gato ingiera más calorías de las necesarias, ya sea castrado o no, corre el riesgo de tener sobrepeso u obesidad.
La buena noticia es que hay cosas que los dueños de mascotas pueden hacer para evitar que sus amigos de cuatro patas aumenten de peso después de la castración o esterilización:
- Ajusta la cantidad de comida que le das para tener en cuenta la disminución de las necesidades energéticas. Asegúrate de discutir primero el cambio del plan de alimentación de tu mascota con el veterinario.
- Alimenta diariamente con una cantidad específica de comida según las necesidades de tu mascota y olvídate de la alimentación de libre elección.
- No alimentes con sobras de tu comuda, ya que a menudo están llenas de calorías.
- Ofrécele golosinas saludables como zanahorias baby o golosinas específicas para mascotas, siempre que las éstas representen el 10 por ciento de las calorías diarias de su mascota.
- Ayúdale a hacer ejercicio de manera constante.
Como siempre, si tienes alguna pregunta o inquietud sobre qué y cuánto alimentar a tu peludo amigo, habla con el veterinario.
Con información de la Revista de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria
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