En el estado de Nuevo León no existen pirámides, templos o construcciones prehispánicas, pero eso no quiere decir que no cuente con vestigios antiguos, que nos conectan con tiempos pasados, de incluso hasta 8,000 mil años de antigüedad.
En algunas áreas desérticas, sobre todo, es donde se pueden ver más vestigios como pinturas rupestres y grabados en piedras y cuevas. Estas primeras obras de arte expresaban admiración por la astrología y la geometría.
Estos son algunos de los sitios, donde además de ver pinturas rupestres y estos vestigios antiguos, podrás también turistear, pues son zonas atractivas para visitantes.
Boca de Potrerillos
Sin duda, Boca de Potrerillos, ubicado en el municipio de Mina, Nuevo León, es el sitio arqueológico más conocido del estado. Dentro de 600 hectáreas se concentran entre 8 mil y 10 mil petrograbados, donde se puede admirar figuras geométricas y astros, así como representaciones de rituales de fertilidad y cacería.
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Cueva Ahumada
De acuerdo con diversas investigaciones, se ha revelado que en el municipio de García, habitaron grupos de nómadas durante largos periodos de tiempo. En esta zona es donde se encuentra la Cueva Ahumada, un resguardo rocoso donde se muestran pinturas rupestres, rocas quemadas y artefactos arqueológicos.
Piedras Pintas
Piedras Pintas consiste en una hilera de peñascos grandes juntos, en donde se pueden ver figuras como líneas, rombos, círculos, que además hacen alusiones al sol. Está zona, que se cree fue descubierta en el siglo XVIII, está ubicada en el municipio de Parás, Nuevo León.
Loma del muerto
Este sitio fue descubierto en 1995 y apenas en el 2003, el Instituto Nacional de Antropología e Historia realizó unos estudios para conocer la historia de la zona, y encontraron restos de mastodontes, llamas y mamuts. Se encuentra localizado en el municipio de General Terán.
AV