Consolidar una correcta alimentación en Año Nuevo es posible gracias a los consejos de la Universidad de Harvard. Por más que parezca una carrera cuesta arriba, llevar a cabo una dieta sana en tiempos de fiestas de fin de año es posible. En este sentido, con voluntad y buenos hábitos no solo podremos comer saludable, sino incluso se podrá bajar de peso, siempre que se acompañe de actividad física.
Caer en la tentación de comer abundantes comidas altas en calorías y grasas y beber vino, cerveza y champagne en exceso son cosas que debemos erradicar para Año Nuevo, si es que queremos conservar una esbelta figura. Por lo tanto, la Universidad de Harvard, a través de distintos especialistas, sugiere llevar a la práctica 3 consejos fundamentales.
La primera de las claves para Año Nuevo reside en programar comidas y refrigerios con la ayuda de un reloj o temporizador. Lo aconsejable es preparar tres comidas y dos refrigerios, evitando comer entre medio de esas ingestas. Gracias a esto se podrá reducir la ansiedad y el picoteo entre cada alimentación, ya que solo aportará calorías a nuestro cuerpo. Además, siguiendo esta línea, el Dr. Lawrence Epstein, médico asociado de la División de Trastornos Circadianos y del Sueño del Hospital Brigham and Women, afiliado a la Universidad de Harvard, sugiere no programar comidas a altas horas de la noche ya que el metabolismo se torna más lento y el sistema digestivo se debilita.
El segundo consejo para desarrollar una buena alimentación en Año Nuevo radica en disminuir el tamaño de las porciones. La forma ideal de conseguirlo es sirviendo el plato como lo harías normalmente y después devolviendo la mitad de la comida. También se podrá utilizar un plato de ensaladas en lugar de uno de alimentos vacíos de nutrientes. Otra alternativa será en sentarse en la mesa y eliminar fuentes y ollas que contengan alimentos, para evitar caer en la tentación.
Por último, y no menos importante, los profesionales de la Universidad de Harvard sugieren optar por una alimentación real en Año Nuevo y el resto de los meses. Esto se consigue observando el plato y reconociendo los alimentos procesados. Una vez realizado, se deberá cambiar por alternativas saludables. Esto se debe a que los alimentos procesados están relacionados con la inflamación crónica y enfermedades cardiacas.