El huevo es uno de los productos esenciales dentro de la dieta sana, ya sea como integrante de platos principales o como colación, siendo una fuente importante de hierro, selenio, folato, zinc y yodo. Además, el embrión tiene vitaminas esenciales que son sumamente necesarias en la alimentación, tales como vitaminas A, B (B1, B2, B6 y B12), E y D.
El huevo potencia el crecimiento y desarrollo de la persona, siendo vital su consumo en la alimentación de niños, adolescentes y mujeres embarazadas. También la proteína que contiene el embrión es fundamental para formar masa muscular. Por otro lado, este producto natural también incide en el funcionamiento del sistema inmunológico. Este beneficio se presenta por la vitamina D, que resulta vital en la salud ósea, por lo tanto su ingesta es fundamental en una dieta sana.
Si seguimos el camino de una alimentación saludable, vamos a encontrarnos con una beneficiosa característica dentro de la alimentación vegana. En este caso, el huevo aporta vitamina B12 que colabora en la formación de glóbulos rojos y que siempre es deficiente o está ausente en un estilo de vida vegano. Es por ello que especialistas sugieren consumirlo de forma controlada.
Sin embargo, más allá de sus beneficios, el huevo también tiene su faceta negativa debido a que es rico en colesterol y grasas que pueden iniciar una enfermedad cardiovascular. Para evitar que el embrión afecte al corazón, se sugiere quitar la yema y desecharla, teniendo así un producto más saludable en la alimentación. También su ingesta frecuente y desmesurada incidirá en el peso de la persona, más allá de que se lo coma en el marco de una dieta sana.
Por último, el huevo puede contagiar de salmonella desde la cáscara, por lo tanto antes de ser incorporado a la alimentación se sugiere que se lo lave fehacientemente para eliminar los residuos de heces de la gallina y cualquier otro animal.