Las arrugas representan un inconveniente tanto en hombres como en mujeres que se aproximan a la tercera edad, aunque el género femenino es quien más se preocupan por el surgimiento de estos pliegues ya que consideran que es una marca del paso del tiempo que se refleja en la piel y las hará ver menos bellas. Si bien no hay una receta para que las arrugas no aparezcan en el rostro, existen métodos industriales que pueden frenar su avance. Se trata de la utilización de ampollas de proteoglicanos que pueden ser conseguidas en farmacias.
Las ampollas de proteoglicanos son proteínas y polisacáridos que se ubican en la matriz extracelular de tejidos conectivos, tales como los cartílagos, dermis y epidermis. Este producto, esencial en la lucha contra las arrugas, se compran a un precio accesible, por lo tanto miles de adultos recurren a ella con el objetivo de pausar el paso del tiempo que se refleja en el rostro.
Los proteoglicanos se venden en ampollas y están compuestos por piel deshidratada que al acumular agua aporta una eficaz hidratación y un efecto lifting instantáneo, constituyendo una solución muy eficaz. En consecuencia, profesionales de la belleza recomiendan su utilización para combatir a las arrugas y distintas marcas en la cara como las que generan el cansancio y estrés.
Estas ampollas son de origen vegetal y se encargan de hidratar la piel y mejorar la formación de fibras de colágeno, aportando luminosidad y favoreciendo a la renovación celular. Los proteoglicanos hidratan los tejidos celulares y son perfectos para pieles secas, especialmente después de tomar sol.
Por último, algunas de estas ampollas contienen vitamina C y colabora en la reparación del tejido colectivo. Mientras que en cuanto a su utilización para combatir arrugas, los proteoglicanos se aplican en la piel a través de una capa fina y delicada. Además, el rostro debe estar limpio y se puede colocar en toda su superficie.