El invierno para Baja California significa llenarse de una temporada en la que el color blanco cubre las montañas y, por lo tanto, el paisaje de la zona.
Esto ha ocasionado que diversos puntos de esta ciudad se conviertan en lugares turísticos para los amantes de la nieve, del frío y de las sesiones fotográficas únicas.
La Rumorosa
Esta zona cuenta con atardeceres dignos de pintura, así como de una zona montañosa por la que el viento forma un característico fenómeno natural, ya que al pasar entre las piedras, los árboles o las montañas, forma un sonido similar a un susurro, de ahí su nombre.
En el caso de que no haya nieve, este punto del país suele sorprender a los visitantes con paisajes con tono ocre. En cualquiera de los dos casos, los recorridos a través de la autopista se aderezan con la vegetación y la belleza natural de este sitio.
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San Pedro Martir
Esta zona ubicada en Ensenada también suele presentar paisajes llenos de pinos, abetos y ciprés que se cubren de color blanco durante el invierno.
En este punto, además se encuentra el Picacho del Diablo, el punto más alto en todo el estado sobre el nivel del mar.
Además del senderismo, ciclismo, rapel, campismo, observación del vuelo del cóndor californiano, en este punto se puede disfrutar de los astros gracias al Observatorio Astronómico Nacional, del Instituto de Astronomía de la UNAM.