Zacatecas tiene los más mágicos de los Pueblos Mágicos. Cada uno posee un encanto particular; entre zonas arqueológicas, fiestas, gastronomía y cultura, estos pueblos son de una riqueza inigualable.
Teúl, el más delicioso
Este es el pueblo mezcalero por excelencia, en su territorio se encuentran algunas de las fábricas de mezcal artesanal más importantes del estado, algunas con reconocimiento a nivel mundial, como Mezcal Don Aurelio. Sus calles, de esencia revolucionaria, despiden un peculiar olor a azahar gracias a los naranjos que abundan en este lugar.
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Además, a unos cuantos minutos se encuentra la zona arqueológica del Cerro del Teúl, uno de los atractivos turísticos más visitados ya que representa un acercamiento a la forma de vida y costumbres de los grupos prehispánicos asentados en la zona sur de Zacatecas.
Sombrerete, el más fotogénico
Este pueblo es la locación de los más bellos atardeceres que, en combinación con las decenas de iglesias de origen virreinal, sus calles pavimentadas en mármol azul y los diez cerros que lo rodean, cada uno coronado con una cruz; hacen de este escenario, el ideal para lograr la mejores fotografías. Sombrerete es parte del Camino Real de Tierra Adentro, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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A sólo 30 kilómetros de Sombrerete, se encuentra el Parque Nacional de Sierra de Órganos, un área nacional protegida de más de mil hectáreas, donde la erosión ha transformado las rocas en impresionantes esculturas en forma de órgano. Las brujitas son el platillo típico e imperdible de Sombrerete.
Nochistlán, el más musical
Este Pueblo Mágico es uno de los municipios más antiguos de Zacatecas y se caracteriza por ser cuna de músicos; jaraberos, mariachis y bandas norteñas abundan en este lugar. Muchas de las familias de este pueblo se dedican a esta bella profesión que han heredado generación tras generación
Entre sus principales atractivos destacan la Parroquia de San Francisco de Asís y su antiguo mercado, El Pairán; además de un acueducto construido alrededor del año 1790, que se ilumina al caer la tarde.
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Jerez, el más alegre
Este pueblo se destaca por ser la cuna de la típica tambora zacatecana. Sus calles y plazas se llenan de esta alegre música cada fin se semana, así como en la celebración de la Feria de Primavera, en la que las calles del pueblo se llenan de cabalgantes que, al ritmo de tambora, arriban desde diversos puntos del país.
Algunos de los lugares imperdibles son el santuario de la Virgen de la Soledad, el Teatro Hinojosa, que conserva su estructura original que data de 1978, y el Panteón Museo de Dolores.
Guadalupe, el más virreinal
Este pueblo alberga el Museo de Guadalupe, que resguarda la colección de arte virreinal más importante del país. El acervo del museo está compuesto por pintura, escultura, arte plumaria y libros, entre otros materiales de los siglos XVI al XIX.
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Guadalupe también es parte del Camino Real de Tierra Adentro, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Por Redacción Digital El Heraldo de México
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