Comer bien es siempre una manera de mantenerte saludable todos los días, pero cuando se trata de entrenar, este hábito toma un papel muy importante, pues aunque cargues los más grandes pesos o hagas mil kilómetros diarios, si no te alimentas correctamente no verás ningún resultado.
Como muchos especialistas en la materia comentan, casi el 50 por ciento de ejercitarse de manera adecuada reside en la alimentación, lo demás es el entrenamiento como tal y el descanso.
Adicionalmente a este punto es importante considerar que, una buena alimentación debe regirse por una rigurosa medición de lo que ingerimos así como la autodisciplina, por ejemplo, no sirve de nada que todos los días comas adecuadamente si el fin de semana te avientas todo lo que se te ponga enfrente.
Tampoco quiere decir que solo vas a comer lechuga y tomar agua todos los días para estar en forma o bajar de peso, pues el comer adecuadamente no implica matarse de hambre, sino que, debe existir un equilibrio entre proteínas, carbohidratos, calorías y más.
¿Qué debo hacer?
Aquí te damos algunos consejos para que puedas mejorar tu alimentación y potenciar tus entrenamientos de manera adecuada, pues así rendirás cada día:
Ingiere suficientes proteínas: comer proteínas ayuda a tu cuerpo a recuperarse más rápido en cada entrenamiento, además de que favorece el crecimiento muscular; también propician la reconstrucción de las fibras musculares y aportan aminoácidos necesarios para los músculos.
Recuerda siempre elegir carne lo más magra o limpia posible y optar por comidas asadas en lugar de fritas, pues así aprovechas más los nutrientes de cada alimento.
Administra tus horarios de comida: si lo que quieres es tener mayores ganancias musculares, lo que debes de hacer es comer varias veces al día, pues solo así podrás ver cambios notorios en tu cuerpo en un mediano y largo plazo.
Lo ideal sería que comieras unas seis veces al día, con el fin de lograr una ingesta de tres mil calorías al día.
Toma mucha agua: va en serio, beber agua es una forma de limpiar tu cuerpo y mantenerlo hidratado en cada entrenamiento, pues reduce la fatiga en cada sesión.
Usa suplementos con moderación: los suplementos que actualmente se venden en el mercado, como proteínas de suero de leche, creatina y aminoácidos, son buenos para tu cuerpo, pero únicamente son complementos a tu alimentación diaria.
Bajo ninguna circunstancia debes pensar que al tomar estos, sobre todo las proteínas en polvo, suplirán los alimentos que deberías ingerir.
Opta siempre por lo natural: Derivado del punto anterior, es mejor siempre por aportar a lo natural cuando se trata de alimentación, pues la comida brinda mejores resultados que los productos procesados.
Un ejemplo sería incluir plátano si es que tomarás tu batido de proteína o comer una manzana o café puro antes de entrenar, de esta manera conseguirás casi los mismo efectos y tendrás menos probabilidades de sufrir algún daño hepático.
Por: Hanzel Forteza