Una de las principales funciones del gobierno es proveer a la población de servicios que les ayuden a cumplir con sus necesidades básicas. Para poder solventar dichos gastos, los ingresos públicos cumplen un rol fundamental. Sin embargo, durante varias décadas México, ha presentado ingresos que se sitúan por debajo del promedio de países como el grupo de la OCDE. Incluso, hasta hace algunos años los ingresos públicos dependían del petróleo.
Ante tal situación, en 2014 se tuvo la necesidad de implementar una Reforma hacendaria que robusteciera la recaudación y evitara problemas ante situaciones externas. Esta reforma representó una mejora, no sólo en la recaudación, sino también en la progresividad del sistema tributario. Sin embargo, no ha sido suficiente, hoy en día existen presiones al gasto que van a seguir creciendo, por ejemplo, el caso de las pensiones y la necesidad de aumentar la inversión en salud y educación. Por ello, es necesario insistir en la apuesta por una nueva Reforma fiscal, para que además de garantizar la generación de recursos que solventen las necesidades futuras del país, haga más equitativa la distribución del ingreso.
[caption id="attachment_447834" align="aligncenter" width="1369"] Piensa Joven / El Heraldo de México[/caption]
POR FLOR ELISA HERNÁNDEZ REYES
MAESTRÍA EN ECONOMÍA DE LA UNAM
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