De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2019 de BBVA Research, la población migrante mexicana en EU estimada para 2018 es de 12.3 millones; pero si se considera a los mexicanos de segunda y tercera generación, la población de origen mexicano asciende a 38.5 millones.
Las remesas que enviaron los connacionales a sus familiares en México, para 2018, fueron de aproximadamente 33 mil 500 millones de dólares (que es el nuevo máximo histórico), lo cual implica una tasa de crecimiento anual de 10.5 por ciento.
Es importante hacer la aclaración que las remesas no sólo tiene un efecto en las familias, sino que existe un efecto de derrame económico hacia las localidades de estos migrantes. Esta cifra de remesas, en términos comparativos como porcentaje del PIB, representa 2.7 por ciento para 2018, cifra que no es nada despreciable.
El principal uso de las remesas en los hogares mexicanos se destina al gasto en alimentos y vestidoEl principal uso de las remesas en los hogares mexicanos se destina al gasto en alimentos y vestido, las cuales van dirigidas principalmente a comunidades con menos de dos mil 500 habitantes.
Si bien, la dependencia de remesas para México no es tan alta como para otros países, como es el caso de Tonga –país de las polinesias francesas–, donde su PIB depende 35.9 por ciento del envío de remesas.
En México, el estado que mayor depende del envío de remesas es Michoacán (11.4 por ciento como porcentaje del valor agregado bruto). Esto no es casualidad, considerando que Michoacán es el segundo estado con mayor número de migrantes en EU, después de Guanajuato (tercer estado que depende de las remesas).
En conclusión, se puede decir que las remesas para México si importan, pero no al grado de dependencia como es para otros países.
Por Redacción de El Heraldo de México
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