Genios del stand up

Alexis de Anda, Ricardo O’Farrill, Roberto Flores y Alex Fernández nos platicaron cuáles han sido sus mayores retos para alcanzar la fama y poder vivir de su profesión

Un comediante de stand up no sólo gana dinero por un espectáculo. Gracias a Internet también puede generar ganancias a través de sus vistas en YouTube. Con la llegada a México de Comedy Central y Netflix, los standuperos más populares también se posicionan con patrocinadores por la realización de especiales, además de participar en foros y conferencias. Como toda nueva tendencia, Alexis, Ricardo, Roberto y Alex empezaron desde abajo y el camino no ha sido fácil. Juntar a cuatro de los comediantes más populares del momento es como enfrentar una fuerza de la naturaleza: su visita a El Heraldo de México fue casi un show privado en donde no paramos de reír. [caption id="attachment_354668" align="alignright" width="200"] ALEXIS DE ANDA (Foto: YAZ RIVERA)[/caption] ¿Cómo se conocieron? Alex Fernández: Todos nos conocimos por la comedia. Alexis de Anda: A mí me inició Roberto Flores, es mi padrino. Ricardo O’Farrill: Nos conocimos en diferentes momentos. El que empezó fue Roberto. Roberto Flores: En el Café 22 pero, ¿tú también te subiste en esa época, no? RO: Sí, pero tú fuiste de la primera generación con Gonzalo Curiel, Gloria Rodríguez, Héctor García, Tomás Strassberg… RF: Con Risas Inc., que fue después del festival de Café 22, cuando Héctor Suárez Gomís nos invitó a abrir su show. AA: En el segundo festival ya íbamos Ricardo, El Cojo y yo. RO: Hicimos un show juntos al que llegaron como 15 personas y nadie se reía. [caption id="attachment_354669" align="alignleft" width="200"] RICARDO O'FARRILL (Foto: YAZ RIVERA)[/caption] ¿Cómo decidieron dedicarse a esto profesionalmente? AF: Yo no. Empecé explorando, hice teatro y radio. Empecé a curiosear en el stand up, pero nunca pensé “de esto se vive”, eso lo fui aprendiendo como al año. RF: ¡No! Para darte cuenta que de esto se vive, neta, pasaron como cinco años. RO: El primer año te cuesta dinero hacer stand up. AF: Eran otros tiempos, no había Netflix, no habían especiales… Todavía no somos una industria seria, pero no había nada. RO: Y todos dimos shows en lugares bastante peculiares. AA: Como un bar en la Condesa, que era un sótano y en una esquina dos bocinas. RF: Siempre había un lugar horrendo que decías “que no sea ahí”, y ahí era. [caption id="attachment_354670" align="alignright" width="200"] ROBERTO FLORES (Foto: YAZ RIVERA)[/caption] ¿Hubo para ustedes algún comediante que los inspirara? AA: Bill Hicks es de culto en la comedia. Cuando lo vi, dije “yo quiero hacer ese tipo de comedia”. AF: Crecí viendo a Andrés Bustamante, es el que más me inspiró. Derbez me gustaba de chiquito. Empecé a ver stand up gringo cuando YouTube llegó a México. A veces veía La hora pico… RO: Y Otro Rollo, porque ahora la gente dice “meh!”… RF: Pero todos lo veíamos. RO: Y nos reíamos viéndolo. ¿Qué opinaban sus amigos de que querían ser comediantes? RF: Lo peor es que los amigos se te acaban rápido. AF: Porque cuando estás empezando, llenas tus shows de amigos, ven lo malo que puedes ser y se van rápido. RF: Te van a ver dos shows y regresan dos años después. [caption id="attachment_354671" align="alignleft" width="200"] ALEX FERNÁNDEZ (Foto: YAZ RIVERA)[/caption] ¿Qué es lo más difícil de ser un comediante? RO: Escribir un show divertido. AF: Cada quien tiene su proceso creativo, pero en general tú escribes, montas y diriges tu show. Eso no excluye que otros puedan escribirte chistes. RO: Pero no, mejor no. ¿Funciona el mismo humor siempre o cambia con cada generación? RO: Cambió por la televisión de cable, donde se consume más comedia gringa, que es la que lleva como 60 años atendiendo cómo hacerse, y al recibir esa educación hay una evolución. AA: Ahora también está el humor del meme, que es mi fascinación. AF: La comedia cambió porque los medios tradicionales le dieron la espaldanen este país. Antes en la tele había muchísima y de repente ya no hubo. La necesidad de entretenimiento y de reírse están ahí, y se buscaron hasta que aparecieron los memes y aparecimos nosotros, que somos alternativas más frescas. ¿Hay pleito entre el comediante tradicional y el standupero? RF: Es como con los taxis y el Uber. Llegó el niño nuevo que vino a robarse el negocio. AF: Los que están enojados son ellos… No, no hay pleito. RO: Yo insisto en que no hay vieja escuela ni nueva escuela. RF: Hace poco hicimos un espectáculo en el Teatro de la Ciudad, y sólo de saber que ahí se presentaron Tin Tan y Cantinflas, te das cuenta de que también estás haciendo comedia, y en el mismo lugar. No hay diferencia. AA: Yo aquí vengo a honrar a mis ancestros, entre ellos El Güiri Güiri, Omar Chaparro y Anabel Ferreira. Nosotros somos un producto de eso, y una mezcla de otro tipo de información. Pero al final, si no fuera por ellos, nosotros no estaríamos aquí. Alexis, como mujer, ¿es más difícil hablar de ciertas cosas? AA: No. No hay diferencia. Cada quien habla de lo que quiere hablar, desde su punto de vista. Cuando hablo de temas de mujeres, los hombres que están en el público se siguen riendo. Lo único importante es ser chistoso. ¿Cuál es la mayor satisfacción para un comediante? AF: La risa. RO: El aplauso. Cuando tiras un punchline y el público aplaude, se nos infla el pecho inconscientemente. RF: Tomar agua en el aplauso ni siquiera es por sed, es para hacerte tonto 10 segundos más y que sigan aplaudiendo. AA: Para mí lo más bonito sí es la risa.   Por MARÍA DEL MAR BARRIENTOS Y CARLOS CELIS
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