Dicen que la realidad a veces es más extraña que la ficción y, en el caso de “Oso intoxicado”, cinta que llega este 16 de marzo a los cines, dicha frase no puede ser más correcta.
El largometraje, dirigido por Elizabeth Banks, comienza con una premisa singular: ¿qué sucedería si un animal enorme, como un oso, tomara una alta dosis de cocaína por error y hasta dónde llegarían quienes la perdieron para recuperarla?
Aunque la película de acción tiene mucho de ficción, sí está basada en una historia real. Se trata de un caso cuyo final incluye a un oso de más de 90 kilos de peso fue encontrado muerto por una sobredosis de cocaína en un bosque de Georgia, Estados Unidos.
La historia comienza con Andrew Carter Thornton II, un excéntrico personaje que fue paracaidista del ejército estadounidense en República Dominicana, policía de narcóticos y luego narco con una imaginación muy activa.
Uno de sus planes más descabellados lo realizó en 1981, al trasladar un enorme cargamento de mariguana desde América del Sur hasta Kentucky empleando una avioneta. Sin embargo, su operación falló y Carter pasó cinco meses en prisión.
A pesar de su fracaso momentáneo, Carter no desistió e intentó introducir en 1985 un cargamento de cocaína valuado en 15 millones de dólares de la época. Sin embargo, al tratar de lanzarse desde el aire sobre Knoxville, Tennessee, su paracaídas falló, precipitándose y muriendo instantáneamente.
Dos meses después, un cazador de la zona encontró a un oso muerto. Las investigaciones demostraron que murió de una sobredosis de cocaína, al ingerir al menos tres gramos puros del enervante.
A diferencia de lo que se ve en el largometraje, no hubo reportes inusuales de ataques de osos en la región, por lo que los expertos creen que el oso murió muy poco tiempo después de consumir la droga.
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