Tal como Ricky Martin había adelantado en una charla con este medio, dedicó su primer concierto de la gira “Movimiento”, que arrancó en México en el Foro Sol, a la lucha de la mujer en el marco del Día Internacional de la Mujer.
“Yo celebró a la mujer todos los días del año, pero hoy estoy aquí luchando por ellas. Hoy se lucha por la mujer en todos los países. ¿Estamos de acuerdo si o no? Este show está dedicado para ti, para la que está presente, para la que no lo está y para la que ya no está con nosotros”, detalló el intérprete poco después de iniciar el evento.
Con este mensaje justificó los 25 minutos de retraso con los que inició el concierto, ya que hubo tráfico en la Ciudad de México por la marcha del 8M. Pero aunque hubo gente que entró al recinto desde las 20:00 horas, todos olvidaron la larga espera en cuanto las luces se apagaron a las 21:25.
Un grito ensordecedor sonó en todo el recinto, en las tres pantallas que adornaban el escenario se proyectaron imágenes del boricua, pero fueron los primeros acordes de “Livin' la Vida Loca”, lo que puso de pie a las 52 mil personas que estaban en las sillas ubicadas en la cancha. Ricky apareció al centro del escenario, vistiendo una camisa y una falda pantalón de color negro; media docena de bailarines lo acompañaron con penachos y haciendo sensuales pasos.
Entre el público había niñas, adolescentes , hombres y mujeres que suspiraban ante cada movimiento del puertorriqueño, quien combinó sus temas cantando en inglés y español durante la noche. Incluso su primer saludo fue en dicha lengua extranjera.
“La bomba”, “Que rico fuera”, “Tal vez” y “Tiburones”, fueron las primeras canciones con las que el ex Menudo encendió la noche, luego de retrasar el concierto dos años por la pandemia de COVID-19. La fiesta tomaba forma al ritmo de los tambores de “Malambo”, una introducción que Ricky Martin suele usar para poder hacer su primer cambio de ropa, ahora luciendo un chaleco para interpretar “Lola Lola” y “She bangs”, pero las revoluciones bajaron, pero no los ánimos, con las baladas que hicieron famosos al boricua.
“Voy a entrar en una dinámica un poco romántica ahora. Soy romántico…
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Estoy feliz de estar aquí, este concierto hubiera pasado hace dos años y finalmente estamos aquí, con el mismo amor y cariño. ¿Estamos listos para lo que viene? Espero que ésta la canten conmigo”, dijo Ricky antes de interpretar “Te extraño, te olvido, te amo” y “Vuelve”, sencillos sonaron a todo pulmón.
Para este momento de la velada, el boricua lucía su tercer outfit, ahora una camisa y un pantalón oscuros. Para poder hacer los cambios de ropa, sus bailarines y músicos eran los que se apoderaban del entarimado. Como cuando salieron vestidos de blanco para entonar “Pégate, Ricky salió con un traje en el mismo tono. La euforia estaba a tope con “María”, y aunque la gente de las gradas armó la fiesta, en la cancha no era el mismo ambiente, por eso el puertorriqueño gritó; “¿Bueno que aquí no bailan?”, por lo que el público se levantó a bailar.
El intérprete recorría el entarimado de un lado a otro, subía y bajaba las escaleras que estaban en el centro, que le permitían entrar y salir al escenario en cada cambio. Para cuando llegó el turno de “La mordidita” y “Vente pa’ca” el ambiente ya era similar al que se vive en las batucadas de las bodas y tal como en estos festejos, anunciaban el fin de la velada.
Ricky Martin se despidió de la gente, pero ante la insistencia del público regresó para entonar el hit que le dio fama mundial’ “Cup of life”, cerrando la noche después de casi cien minutos de música.
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