SERGIO MAYER

Sergio Mayer narró sus orígenes humildes; salió de Iztapalapa

El actor narró los conflictos que tuvo con su padre cuando era joven

ESPECTÁCULOS

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El actor habló de lo duro que ha tenido que trabajar para conseguir lo que tieneCréditos: Especial

Sergio Mayer estuvo en entrevista con Yordi Rosado en la que confesó tener orígenes humildes y haber nacido en Iztapalapa. De acuerdo con lo que contó al exproductor de "Otro Rollo", el actor aseguró que las carencias eran tales que cerca de su casa llegaba el olor a basura. 

"Una casa muy chiquita, pero muy decente", dijo. 

Aseguró que para mantenerlos, su padre se dedicó a varios oficios, dentro de los que destacó estibador, carnicero y guardia de seguridad. Agregó que incluso hubo una temporada donde tenía tres trabajos. 

"Nos fuimos a Estados Unidos legales, pero nos hicimos ilegales porque se nos acabaron los papeles", dijo. 

Se escapó de casa

Dijo que su condición tenía varios obstáculos para hacerlo llegar al medio artístico, pero que conforme fue cambiando de su domicilio encontró el panorama más accesible

Sin embargo, cuando habló con sus papás para buscar una oportunidad en el espectáculo, tuvo un conflicto con ellos, por lo que decidió escapar de su domicilio. 

"Siempre tuve bien claro lo que quería y a donde quería llegar"

"Agarré lo que encontré, lo que pude y me fui de mi casa un año. Tenía 15 años, para poder hacer mi sueño realidad", dijo 

El actor ha sabido sobresalir a los retos. 

Sus primeros trabajos, destacó, fue como modelo para marcas comerciales, para las cuales trabajaba, pese a no tener la altura para compararse con otros de sus colegas. 

"La primer cebolla de Clorets, soy yo"

Indicó que tras un día que fue contratado como bailarín fue visto por Luis de Llano, quien al verlo en el escenario decidió darle una oportunidad en el grupo de Garibaldi, el cual fue hecho para un espectáculo de noche mexicana. De ese grupo, se eligieron a las mejores ocho personas, a las cuales les dio el visto bueno Raúl Velazco

Destacó que la relación con el productor fue difícil, pero cordial, debido a que era muy irreverente y era el único que se atrevía a alzarle la voz. Explicó que al salir de Garibaldi, se convirtió en el dueño de un Videocentro, un club en el que se podía rentar películas. 

"Ganamos bien porque trabajábamos mucho, pero no era lo correcto", dijo sobre la temporada en el grupo.