CHAVO DEL 8

El Chavo del 8 vio morir a un niño frente a él; conoce la triste historia

El origen del personaje fue aclarado en varias entrevistas por parte de Roberto Gómez bolaños, aunque también hay una versión en libro de esto

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NOS ES CREPPYPASTA.El personaje vio a la víctima de un accidente sin vida, según afirmó Roberto Gómez bolañosCréditos: Especial

En 1995, Roberto Gómez Bolaños publicó un libro al que tituló "El diario de El Chavo del ocho", una obra de no más de 70 páginas que explicaba varias dudas que tenían los fanáticos de la serie; en ellas, cómo llegó el personaje a la vecindad, quiénes eran sus padres o la ocasión en que vio morir a un niño de su edad.

Todo el texto está narrado a modo de anecdotario supuestamente por niño que protagonizó la serie escrita por Chespirito. Una de las primeras revelaciones es que "El Chavo" jamás conoció a su padre. 

Con la que sí convivió, asegura el libro, fue con su madre, quien solía confundirse de niño cuando lo recogía en la escuela hasta que un día dejó de pasar por él. 

"Un día mi mamá no pasó a recogerme. y los demás días tampoco".

Estuvo en un orfanato

Según el escrito, el menor de edad fue llevado a  un orfanato que estaba a cargo de una mujer llamada Martina, la cual solía golpear a los huérfanos. Agrega que en el lugar sufrió al punto de que un día la mujer le pegó hasta que le sangró la nariz. 

"La señora Martina se iba haciendo cada vez más pegalona, yo pensé que lo mejor sería escaparme del orfelinato. Pero nunca se me ocurrió la manera de hacerlo. Esto sucedía porque yo era tonto y por lo tanto me faltaba imaginación para que se me ocurrieran buenas ideas".

Uno de esos días, narra "El Chavo" en el texto, se desesperó al punto de no poder hacer nada más que llorar de la desesperación, razón por la que ella preguntó al niño qué le pasaba. Cuando el pequeño le dijo que quería irse del lugar, ella simplemente le abrió la puerta y lo dejó marcharse. 

¿Cómo vio morir a un niño?

Una vez en la calle, el menor de edad se encontró con varios niños que tenían entre ocho y nueve años edad, de los que destacaba uno que no tenía un brazo, debido a que había sido víctima de una infección que ocasionó que le amputaran esta extremidad. A él, menciona, solían llamarlo "El Mochilas",  

Otro de los personajes que "El Chavo" recuerda en la historia es "El Conejo", quien se dedicaba a actuar junto con "El Pinacate" en los semáforos para recibir limosnas de la gente. Cuenta el diario que no pudo platicar mucho con el grupo, debido a que el último de estos corrió hacia ellos para indicarles que el primero había muerto. 

El texto no dice de qué manera falleció el niño; sin embargo, habla sobre la forma en la que el habitante del número ocho de la vecindad vio el cadáver del pequeño que había conocido minutos antes.

"Yo fui el último en llegar, pero también alcancé a ver al Conejo que estaba ahí en el pavimento, sin moverse y todo lleno de sangre. Pero no me quise acercar mucho, porque empecé a sentir algo muy raro. O sea: como si quisiera vomitar. ¿Pero qué vomitaba, si no había comido nada?"

Esto, según indica el texto, marcó la vida de "El Chavo", quien a lo largo de los años siguió soñando con este hecho que lo conmovió 

¿Cómo llegó a la vecindad?

"El Chavo" caminó por varias calles y callejones hasta que llegó a un mercado, donde una señora le regaló una zanahoria y un señor una torta de jamón, su alimento predilecto. 

De acuerdo con la obra, comenzó a llover, por lo que el personaje se metió a una vecindad donde fue refugiado por la anciana que vivía en el número ocho de la vecindad. Según la descripción que se da de la mujer cuyo nombre no fue dado a conocerse da a entender que padecía Parkinson

"Pero ella decía siempre: "Dios tendrá que hacerme el milagro de que alguna vez me dejen de temblar las manos"".

Por este motivo, "El Chavo" solía ayudarla a hacer las labores que ella ya no podía, mientras que ella se encargaba de cuidarlo. El muchacho narra en el libro que cierto día la viejita murió. 

En el texto, el personaje da a entender que no acudió al funeral y que fue desalojado cuando un nuevo inquilino llegó a la vecindad. Finalmente, explica que aunque pasa buen tiempo dentro del barril ubicado en el patio, la verdad es que nunca duerme ahí, sino que sus amigos en la vecindad lo dejan pasar la noche dentro de sus casas frecuentemente. 

GDM