Silvia Pinal es una de las figuras más representativas del Cine de Oro Mexicano que además supo hacerle frente a los cambios que hubo dentro de la industria cinematográfica, ademas de adaptarse muy bien a la televisión en diferentes etapas. Actualmente tiene 89 años y es considerada toda una institución.
Algunas de las películas por las que es recordada son: "El Inocente" a lado de Pedro Infante, "Recién casados... No molestar", "Un rincón cerca del cielo", "Sí... Mi vida", "Yo soy muy macho", entre otras muchas con las que compartió créditos con destacados actores como Blanca Estala Pavón, Germán Valdés "Tin Tan", Marga López, Joaquín Pardavé, Sara García y otros más.
Aunque las películas en las que participó fueron muy variadas, pues no tenían una sola temática, destacaron algunas que llamaron la atención del público de aquellos años por ser "diferentes" o más atrevidas. Es el caso de la trilogía que hizo de la mano de Luis Buñuel, quien la consideró su musa.
Silvia Pinal y Luis Buñuel hacen una trilogía adelantada a su tiempo
“Soy la única que hizo tres películas con él. Ni Catherine Deneuve ni Jeanne Moreau, ni nadie", ha sido la declaración que realizó Silvia cada que le preguntan sobre estos trabajos a lado de Luis Buñuel, conocido y considerado como uno de los directores de cine más famosos a nivel internacional.
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Ambos trabajaron en una trilogía famosa: "Viridiana" (1961), "El ángel exterminador" (1962) y "Simón del desierto" (1965). En esta última entrega, la actriz hizo el papel del Diablo, quien encarnó a una hermosa mujer para tentar al protagonista de la historia.
La Pinal logró reconocimiento en el ámbito del "cine de arte", especialmente gracias a sus colaboraciones con Buñuel. La mítica cinta "Viridiana" fue galardonada con la Palma de Oro del Festival de Cannes.
Silvia Pinal, la musa de Diego Rivera
Las personas que llegaron a ver "Mujer, casos de la vida real" recordarán muy bien un cuadro de Silvia. Resulta que el autor de esa obra de arte fue nada más ni nada menos que el muralista Diego Rivera. Estos dos personajes se conocieron en el año de 1956, cuando ella ya era una figura reconocida del cine.
Silvia le pidió que le pintara algo, pues deseaba decorar su casa. Él accedió bajo la condición de que fuera su retrato, esto es normal, pues la celebridad siempre fue una mujer muy hermosa. Ella recuerda que el decía cosas raras cuando trabajaba en la pintura; sin embargo, recuerda que él “disfrutaba porque sabía que yo era una naca”.
lhp