La vida de Don Vicente Fernández no se puede contar sin hablar de María del Refugio Abarca Villaseñor, Doña Cuquita. No se puede dejar de hablar del amor, el cariño, el apoyo y la invaluable compañía de quien fue su esposa por casi 60 años.
Ambos se conocieron desde niños, pero fue hasta su juventud cuando su amor se hizo realidad. La historia de amor tuvo una pausa esta mañana, pero es una unión que nunca tendrá fin. En el hospital en el que se encontraba Vicente Fernández, ahí estuvo Doña Cuquita hasta el último momento, a su lado como siempre lo hizo.
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El amor nació en Huentitán
Vicente Fernández y María del Refugio Abarca nacieron en Huentitán, Jalisco. Fueron vecinos y se conocían desde niños. Doña Cuquita era hermana de uno de los mejores amigos del Charro, pero fue hasta la adolescencia cuando Don Vicente se animó a decirle lo que sentía por ella.
Fue en el año 1963, cuando Vicente regresó a Huentitán, mientras comenzaba su camino como actor y músico profesional. La buscó le dijo lo que sentía, le dio una flor y le dijo que quería casarse con ella. Después de unos días, Doña Cuquita aceptó.
El 27 de diciembre de 1963, Vicente Fernández y Doña Cuquita se convirtieron en marido y mujer. Un amor que superó cualquier adversidad y que sólo la muerte pudo terminar.
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Vicente Fernández y Doña Cuquita tuvieron tres hijos: Gerardo, Alejandro y Vicente Jr. Además, adoptaron a la pequeña Alejandra. Ese amor por la música y el talento para desenvolverse en los escenarios lo heredaron Vicente y Alejandro. Pero la dinastía Fernández no queda ahí, sus nietos Alex y Camila.
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