El cineasta Robert Redford tiene una conexión profunda con México porque creció en un barrio de Los Ángeles, por eso estaba contento de visitar tierra azteca y ser premiado por la décima séptima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, en la que recibió una escultura especial del artista michoacano Javier Marín, una placa conmemorativa y una butaca con su nombre como reconocimiento a su amplia trayectoria como actor y director de cine.
“Estoy muy emocionado y con gratitud, significa mucho para mí. Los premios, especialmente este tipo de reconocimientos, me hacen sentir muy tímido, porque simplemente no sé qué hacer o decir. Pero profundamente y de la forma más humilde puedo decir: Gracias”, dijo ante de la proyección de la cinta “Butch Cassidy and the Sundance Kid”, como marco de las actividades del FICM.

Detalló que creció en una comunidad trabajadora de bajos recursos en Santa Mónica California, que básicamente estaba dominada por mexicanos y como eran sus vecinos, convivió, jugó y se divertía con ellos.
“Simplemente éramos amigos. Así es que ese sentimiento de estar rodeado de mexicanos, es algo que queda muy profundo en tu vida y tener la posibilidad de regresar en cierto modo, a ese tiempo, a esa gente, es muy emocionante para mí”, contó.
El actor también develó la placa conmemorativa de los ganadores del FICM 2018.
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Por: Patricia Villanueva
dhfm