Hace 52 años surgieron los galardones de El Heraldo de México para premiar a lo mejor del cine, la televisión, la música, el teatro y los deportes. Desde su primera edición (15 de enero de 1966) cobraron relevancia porque tenían gran peso en la opinión pública y en la industria del entretenimiento, ya que fueron organizados por dos reconocidos periodistas de espectáculos y cine, Raúl Velasco y Guillermo Vázquez Villalobos.
Además de reconocer los nuevos talentos, se impulsaba a cantantes y actrices en las categorías de La Voz y El Rostro durante una ceremonia que se hacía un sábado, primero de enero y más tarde de marzo, durante tres horas por la noche, y que implicaba la presencia de 50 personas trabajando.
La primera edición fue en el University Club, hizo que continuara en un lugar más grande, en el Hotel Camino Real de la Ciudad de México.
Era tan importante, que se inscribían hasta 100 jóvenes buscando ser El Rostro. Tras hacer una depuración, sólo 10 llegaban ante los jueces. “La relevancia de estos premios radicaba en su honestidad y autenticidad, porque los jurados era gente de la industria musical y entretenimiento, eran críticos de verdad. No había imposiciones, ni de la industria, ni de Televisa, eran verdaderos valores musicales”, comentó Víctor Hugo Sánchez, reportero y editor del diario en esa época.
Tanta credibilidad tenían, que cuando Víctor Hugo fue nombrado editor del periódico, le dio un Heraldo a Juan Gabriel (q.e.p.d.), pero Televisa se opuso a que el intérprete pusiera un pie en la empresa, porque estaba vetado. “Tuve que viajar a Florida a darle su premio”, recordó.
Los premios se transmitían por Televisa, se hacían en el Foro 2 y eran producidos por Luis de Llano Macedo, por más de 20 años.
“La más fastuosa entrega de premios era organizada por el periódico El Heraldo de México. Cuando los produje teníamos dos podios y cambios de escenografías vistosas, además de música en vivo y la asistencia de personalidades”, comentó el productor.
En esa época no se hacía una alfombra roja, porque era un evento de un solo medio. Pero algunos seguidores de las celebridades se reunían afuera del lugar de la premiación o de la majestuosa fiesta que se hacía en los salones del Camino Real, después de la premiación. Ahí llegaban artistas internacionales y nacionales como Mario Moreno Cantinflas, María Félix, José José, Lucha Villa y Daniela Romo, entre otros.
Otro participante a la gala fue el productor Jorge Ortiz de Pinedo, "en una ocasión abrí la noche diciendo: 'tenemos que pedirle perdón al Universo por robarnos todas las estrellas para presentarlas aquí hoy'. Pero la gente se quedó muy seria, no entendieron lo que dije, pero al final todos se rieron”, comentó.
Jorge Ortiz de Pinedo
El Heraldo de México logró hacer la fiesta más espectacular del ambiente artístico porque eran premios honestos para los amigos del periódico”.
Alfredo Adame
Me tocó la colita de los premios. Guillermo Vázquez Villalobos me invitó sin conocerme, estaba en mi primera novela y él ya había escrito notas sobre mí, de que me veía futuro, entonces por eso me invitó”.
Víctor Hugo Sánchez
Han sido los premios con mayor credibilidad en México, porque ahora las Diosas de Plata no son muy confiables, porque el director de PECIME es un periodista que nunca cubrió cine”.
Carmen Salinas
Era un evento glamuroso, ahí tenías que ir de “paradita”, no podías ir de chanclas. Fue la primera vez que vi a Jesús Martínez Palillo y a Fernando Soto Mantequilla, de esmoquin”.POR PATRICIA VILLANUEVA