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Baila el Auditorio Nacional al ritmo de Ricky Martin

ESPECTÁCULOS

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Delirio y deseo. Eso fue Ricky Martin para los hombres, mujeres, viejos, jóvenes y niños que llenaron el Auditorio Nacional, la noche del viernes, para hacer suyo al boricua... al menos un par de horas. Los boletos de las 10 mil personas que llenaron el lugar, según organizadores, marcaban las 20:30 horas como el arranque del show. Éste empezó 20 minutos después de lo programado, para fortuna de todos aquellos que no paraban de llegar aún iniciado el concierto. Tras una breve introducción de música brasileña, el cantante, elegante para la ocasión gracias al traje que vistió, se deshizo en sonrisas ante la audiencia que clamaba por él, que buscaba unos segundos de su atención con gritos afónicos, estruendosos aplausos, escotes prolongados y ropa ajustada. Consciente de su atractivo, posó perfectamente para los miles de flashes que le llovieron durante la interpretación de "Mr. Put It On", primera canción de la velada en sonar. Todos se llevaron una postal en sus celulares. En todo momento, el puertorriqueño lució en el anular de su mano izquierda una sortija, símbolo de su compromiso con Jwan Yosef, su prometido. Pero no por ello sus admiradores pararon las miradas lascivas y piropos a todo pulmón hacia su ídolo. En "Shake your bon-bon", Ricky se aventó una virtuosa coreografía junto a sus bailarinas. A una de ellas le dio una fuerte nalgada, gesto que reflejó envidia ante el alarido desesperado que salió de millares de gargantas. "¡Qué rico volver a casa! ¡Buenas noches México!, ¿cómo estás? Como siempre vengo a pasarla bien, ¿a qué vienen ustedes?
La próxima hora y media vengo a dejarles mi alma. Te quiero mucho, mucho México. Esta canción significa mucho para mí. Espero la canten conmigo", dijo, antes de interpretar "Tal Vez".
El momento más significativo para sus fanáticos más fieles, aquellos que lo han seguido desde los años 90, fue cuando cantó temas clásicos de su repertorio como "Fuego de Noche, Nieve de Día", "Vuelve" y "María". A las 22:18 horas, dijo adiós por primera vez. Pero sólo por unos instantes, pues regresó a poner toda la carne al asador con "La Copa de la Vida", la cual fue en inglés pero todo mundo coreó. La recta final acarreó lo más hot del repertorio de Ricky en los últimos años: ritmos urbanos y reggaetón. "Vente pa' acá" y "La Mordidita", rola que finalizó el evento a las 22:30 horas. POR MANUEL TEJEDA