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ENTREVISTA: Fernanda Castillo, el último Rostro del Heraldo

ESPECTÁCULOS

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Fue hasta el 2003 que mostró determinación y los jueces decidieron darle el reconocimiento. “Llegué a la entrevista del Rostro, entré muy segura, y les dije: “Yo voy a ser una estrella en este país, seré una actriz hasta el día en que me muera. “Me encantaría que me apoyaran, pero si no es así, de todos modos voy a hacer una carrera en esto, pase lo que pase. Espero que sean ustedes quienes me dieran la patada de la suerte”, recordó en entrevista. Ella reconoció que existía un estereotipo muy marcado en la estética que se buscaba para quedar seleccionada, y sentía que no alcanzaba esos estándares que se requerían para ganar. “Del CEA me mandaban a concursar y yo pensaba ni de broma iba a quedar. Sentía que no iba a pasar el primer filtro que tenía que ver con la estética. “No me consideraba un rostro único y mucho menos para el estereotipo de ese tiempo, de la perfección completa de la protagonista de las telenovelas”. Pero ella tenía claro un objetivo, y era desarrollarse como profesional en el arte dramático para poder hacer proyectos de teatro musical, como siempre anheló. [caption id="attachment_9185" align="alignnone" width="1200"] Arte: Jesús Sánchez[/caption]   “Siento que nunca he sido parte de ese prototipo, sé que soy bella dentro del universo infinito de posibilidades de mujeres bonitas, como cualquiera”. “Mi mayor fortaleza no está en el físico, sino en la determinación, en la pasión que tengo por mi carrera, en la entrega”, aclaró. Después de ganar el concurso, los proyectos empezaron a lloverle, empezó en Las Vías del Amor y luego llegó Clap, pero este proyecto no tuvo el éxito esperado. “Éramos una generación de jóvenes promesa desempleados, tuve que regresar a teatro con Cabaret donde sólo fungí como bailarina, ahí aprendí las mejores lecciones de mi vida, sobre humildad y lo que significa la fama en esta carrera”. Cuando ya había aprendido la lección, los proyectos en cine, tele y teatro comenzaron a llegar por sí solos. “El mundo conspiró a mi favor y me quedé en Destilando amor, al mismo tiempo que hice casting para Hoy no me puedo levantar, e hice Dificit con Gael García como director”. Pero se enfocó a gran amor, el teatro, en la obra del productor Nacho Cano. La cual está basada en las canciones de Mecano y fue tanto su éxito que llegó a dirigirla en España. “Hice año y medio la obra con Nacho Cano, quien luego me llevó a Madrid como protagonista y después la dirigirla”. “Tenía 27 años y era directora de un gran musical (Hoy no me puedo levantar), pero estaba triste porque no estaba parada en un escenario”, dijo. Este hecho hizo que regresara a México donde tendría una prueba más que enfrentar, volver a ganar terreno. “Fue como empezar de nuevo, porque siempre sale alguien más joven o de moda. Pero por fortuna me llegó el personaje de Mónica Robles, en El Señor de los Cielos con el que se consolidó mi carrera. Las mujeres se me acercan y me dicen que ya no se dejan”. “Me emociona pensar que una mujer se sienta valiosa por lo que hago en una serie”. Por Nayeli Durand / El Heraldo de México