La dualidad fue el punto de partida de Corina Krawinkel, fundadora de la Galería König México, para la realización de la muestra Erin Frost (Montana, EU) y Otto Martín Moreno (CDMX, 2000). Infinite Unfolding, conformada por 24 obras pictóricas y escultóricas que permanecen hasta el 10 de mayo.
En entrevista, Martín Moreno explicó que sus esculturas “cuestionan lo que entendemos como libertad y libre albedrío”.
“Son cinco esculturas realizadas en madera, aluminio y plástico PLC (policaprolactona) que forman parte de una colección titulada Self Driving Freedom que formó parte de mi tesis en 2023 y con la que reformulo la idea de la libertad a través de la acción de conducir, pues solemos creer que somos totalmente libres, pero en realidad existen limitantes, carriles y otros conductores que nos condicionan, lo mismo ocurre en la vida: la libertad es un concepto que cada uno construye respetando la libertad del otro”, contó.
La obra escultórica de Martín Moreno se crea a partir de fragmentos de diferentes tamaños y materiales que remata con pintura automotriz; su objetivo es cuestionar “las condiciones socioculturales y económicas que lo limitan como artista, dentro de la esfera del arte contemporáneo”.
Admirador de la obra de artistas como Richard Deacon, Charles Ray, Damian Hirst y Jeff Koons el también pintor consideró que reutilizar objetos en la creación escultórica “ayuda a crear una reflexión en torno a la materialidad en una sociedad capitalista”.
El escultor no prioriza una expresión sobre otra, sin embargo, “ver nacer una escultura de un plano bidimensional y observar cómo va adquiriendo forma, me hace sentir que tengo más libertad creativa” y añadió que se encuentra trabajando en obra gráfica apoyado de la tecnología.

“Habitualmente diseño a través de un software digital en el que puedo plasmar lo que mi mente crea, puedo deformar, cortar, la tecnología ha sido una aliada”.
Por su parte, Erin Frost exhibe 19 pinturas de gran y mediano formato hechas a a partir de “gestos performativos” con los que busca generar la sensación de movimiento y la creación de formas orgánicas que hablan de la naturaleza corpórea y ambiental.
“Apelo tanto a la visión ocular como a la corporal para liberar energía, al movimiento y desarrollo permanente que produce un equilibrio entre la forma y el contenido”, dijo la artista norteamericana, quien reiteró que todo su arte está íntimamente relacionado con los procesos performativos.
La artista que ha explorado el autorretrato agregó que “logra encontrar sus composiciones a través del dibujo meditativo y traza los contornos de sus movimientos intuitivos dando vida a líneas abstractas que le brindan campos para colorear con óleo y así crear formas emergentes que se materializan en un despliegue visual que remiten al espectador a lo temporal y a lo etéreo”, contó.
Por Azaneth Cruz
EEZ