Con base en su experiencia y talento individual, Gaby López y María Fassi, son las dos máximas referencias que tiene el golf mexicano femenil en la actualidad.
Y se lo han ganado a pulso, con base en su trabajo diario, dedicación y esfuerzo, que las ha llevado a brillar sobre los fairways y greenes. Ellas son parte de la herencia que dejó la ex número uno del mundo, la tapatía Lorena Ochoa, con sus éxitos deportivos en todo el mundo, de 2002 hasta 2010.}
Por un lado, Gaby López ha mantenido una regularidad asombrosa, con nueve temporadas consecutivas dentro de la élite. A sus 30 años, la capitalina puede presumir de contar con tres títulos en la LPGA, durante el Blue Bay LPGA (2018), Diamond Resorts Tournament of Champions (2020) y Dana Open (2022).
López es una de las candidatas a representar a México en el deporte del golf en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, los terceros para ella (Río 2016 y Tokio 2020, éstos últimos donde fue la abanderada tricolor).
Por su parte, María Fassi, hija de Andrés, uno de los directivos más exitosos en la historia en el futbol mexicano, nació en Pachuca, Hidalgo, cumplió con una exitosa carrera amateur, con dos títulos en el Nacional de Aficionadas de la AMFG (2015-2016). Se quedó a nada de obtener el título de la primera edición del Augusta National Women’s Amateur (2019), en la mítica cancha del The Masters, donde se juega el torneo varonil más importante del mundo.
María peleó cada hoyo, y finalizó como la segunda mejor jugadora del torneo, cuyo trofeo terminó en manos de la estadounidense Jennifer Kupcho.
Ese mismo año debutó como profesional, y todavía tiene un sueño por cumplir, ganar un título en la LPGA, y unirse a Lorena y Gaby, como las tres mexicanas que han quedado en lo más alto del tablero de un torneo de este circuito.
“No puedo perder la paciencia y debo mantenerme enfocada en cada tiro.
Sé que los resultados positivos pronto llegarán. Por lo pronto sigo en el mejor golf del mundo, y cada año me siento mejor”, dijo Fassi a Mente Mujer.
Por su talento y calidad, y al tener sangre argentina en sus venas, María fue buscada por la nación sudamericana para llevar los colores albicelestes en eventos internacionales. Sin embargo, prefirió el verde, blanco y oro que porta con orgullo en cada que juega al deporte de los bastones.
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