DANZA

Con trilogía dancística, Óscar Ruvalcaba propone retorno al espacio personal tras la pandemia

El artista concluye con "Center" su trilogía coreográfica, producida a partir la crisis sanitaria; "no volvimos a ser los mismos", asegura

Con trilogía dancística, Óscar Ruvalcaba propone retorno al espacio personal tras la pandemia
La primera coreografía del ciclo fue Periferia y la segunda fue Travesía. Foto: Cortesía Octavio Amador

Durante la pandemia, dice el coreógrafo Óscar Ruvalcaba, “el cuerpo se volvió enemigo”. Portador o no de coronavirus, el otro podía aportar “algo desconocido, algo maligno” y, por tanto, había que guardar distancia, separarse. “El virus nos puso en un estado de desconfianza, de miedo y en un estado totalmente desconocido, donde no sabíamos cómo estar, nos puso en la periferia de la vida”.

A partir de esa prolongada e incierta estancia, Ruvalcaba creó una trilogía coreográfica, que concluye con “Center”, pieza dancística que propone el retorno al núcleo, ese espacio conocido en donde cada quien organiza la vida. Como la misma pandemia, el regreso no ha sido rápido ni al sitio idéntico del que partimos, “porque ya no es el mismo centro en donde estábamos, muchísimas cosas cambiaron, el mundo cambió y nosotros también cambiamos”, dice.

En medio del desvarío, afirma el coreógrafo, el ser humano necesita el regreso y “ese centro no puede depender de las circunstancias externas, es un lugar interno, un espacio personal, un lugar alrededor del cual, desde tu propio centro, te organizas para estar en la vida”. Entre atmósferas sonoras, los siete bailarines invitados ‘emprenden un viaje’ por cuatro viñetas: El árbol del fin del tiempo, La montaña sagrada, El ombligo del cielo y Café en una tarde de verano.

“Center”, que inicia funciones hoy en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, pero que prolonga su temporada hasta el 1 de octubre en dos sedes más: el Salón de Danza de la UNAM y el Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart, no ha sido un motivo para reflexionar sólo sobre lo colectivo. Ruvalcaba vivió su propio regreso en pandemia: “yo era una especie de workaholic y de repente me doy cuenta de que estaba llegando a un punto de estar internamente quemado, totalmente agotado y vacío, la pandemia me obligó a regresar a mí, ya no a producir y a producir, sino a estar conmigo, a reconstruirme, a percibirme otra vez, a alimentar otra vez mi mundo interno”.

Más sereno y a punto de cumplir 40 años de trayectoria en la danza, el coreógrafo lo toma con calma: “Aprendí el desapego, a no darle todo al mundo, sólo en la medida correcta y no quedarme vacío. Estoy muy contento, pero ya no me desboco. La pandemia nos enseñó que el cuerpo es insustituible, que el contacto corporal y la comunicación corporal son insustituibles y lo que estoy haciendo es templar todo esto. Me estoy dando cuenta de que necesito rehacer mi paisaje y necesito un espacio, una pausa de silencio. Terminando ‘Center’ me quiero tomar una pausa, porque yo también ahorita no estoy seguro de a dónde quiero ir como artista y necesito que la vida sola me dé la respuesta”.  

ELEMENTOS

  • En el Teatro de la Danza Guillermina Bravo se presenta del 10 al 13 de agosto
  • En el Salón de Danza de la UNAM las funciones serán del 8 al 10 de septiembre
  • Concluye temporada en el Teatro Raúl Flores Canelo del 28 de septiembre al 1 de octubre

 

LSN

 

Temas