A lo largo de una década, más de cinco mil empresas han sido apoyadas con financiamientos equivalente a cuatro mil millones de pesos, a través de facturas por cobrar, informó Claudio Kandel Montefiore, director de DiSí Operaciones.
Sin embargo, tras la pandemia del COVID-19, el mercado se pulverizó, por lo que ahora los principales clientes son las pequeñas y medianas empresas.
“Pulverizas en más deudores el riesgo, en donde las chances de tener un problema financiero con deterioro de cartera son 10 veces menor”, expuso en plática con El Heraldo de México.
Agregó que cuando se presta cantidades más grandes, se pueden tener ciertos beneficios, “porque colocas más masa que te genera más ingresos, pero también te coloca en una posición de riesgo más vulnerable, porque si el cliente se atrasa o no te paga, el hoyo financiero es mucho más grande”.
Creada hace 10 años, en un garaje en Monterrey, Disí es una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), que opera bajo la Ley de Instituciones Financieras y es supervisada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Su actividad consiste en facilitar liquidez inmediata a empresas establecidas legalmente, a través de la entrega de financiamiento que se les proporciona, contra facturas por cobrar.
“Dependiendo el periodo de pago, es el costo del dinero, no es lo mismo, 30, 60 ó 90 días”, expuso el empresario que durante mucho tiempo trabajo dentro del sistema bancario mexicano.
Actualmente, la empresa emite préstamos de 200 mil a 500 mil pesos, en una primera línea de crédito.
Cabe destacar que para los préstamos, los clientes formales pasan por un proceso de autorización que puede durar siete días.
Kandel dijo que cuatro mil millones de pesos de financiamiento es el inicio de lo que viene.
PAL