El reto principal de Fundación Quiera, de la Asociación de Bancos de México (ABM), no sólo fue económica, sino el mantener en operación los únicos espacios seguros y de contención para niños y jóvenes vulnerables, destacó su directora Carmela Pírez Carbó, directora general de esta organización.
En entrevista con El Heraldo de México, reconoció que 2020 y 2021 fueron años muy complicados, ya que la fundación no estaba preparada para trabajar de manera virtual o a distancia, como todos en general.
Sin embargo, dijo, este reto fue de manera particular para las organizaciones fortalecidas por Quiera, porque en muchos de los casos estos grupos son el único espacio seguro y de contención para las niñas, niños y jóvenes vulnerables, por lo que no podían dejar de trabajar.
Pírez Carbó también destacó que a pesar de la pérdida de ganancias en el sistema bancario del país derivado del COVID-19, bancos, empresarios, clientes y usuarios continuaron con el apoyo económico a la Fundación Quiera, al grado de recibir aportaciones extraordinarias.
PAL