El crédito hipotecario en el país no sólo ha sido el más resiliente en la debacle económica que detonó la pandemia, también registró una menor morosidad que en otras crisis, aseguró la Asociación de Bancos de México (ABM).
En junio, el financiamiento en este sector sumó 210 meses de crecimiento consecutivo, según datos del Banco de México.
“El crédito a la vivienda ha continuado con su vigor, vemos un crecimiento importante y creemos que así va a continuar'', comentó Daniel Becker, presidente de la ABM.
A ello se suma un comportamiento favorable en la cartera vencida, aseguró el banquero.
Detalló que, a 16 meses que estalló la crisis por COVID-19, el Índice de Morosidad (IMOR) se ubicó en 3.6 por ciento de la cartera de crédito, incluso no rompió la barrera de 4 por ciento en ese periodo.
En la crisis de 2008-2009, también después de 16 meses del inicio, el IMOR fue de 4.4 por ciento, mientras que en la de 1994-1995 llegó a 16.3 por ciento.
Becker explicó que el comportamiento positivo en los impagos destacan los programas de apoyó que lanzaron la banca y las autoridades.
“Fuimos uno de los primeros sectores, sino es que el primero, que reaccionó ante una inminente contracción de la economía, y gracias a eso pudimos ver índices de morosidad muy por debajo de otras crisis que observamos anteriormente”, expuso.
Thayde Olarte, director general adjunta de Banca de Consumo en Scotiabank, comentó que el comportamiento “impresionante” que tuvo el crédito hipotecario se debió a las bajas tasas de interés y los planes de financiamiento que existen actualmente.
No obstante, señaló que las tasas ya tocaron piso y van a empezar a encarecerse.
PAL