En México, se desechan en promedio 1.10 millones de toneladas de residuos electrónicos al año, según datos del Inventario de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en México, y se estima que la cantidad para finales del presente año incremente a 1.2 millones de toneladas. Una cuarta parte de este tipo de residuos se producen en las siguientes entidades: Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León.
La cantidad de desechos electrónicos ha incrementado en los últimos años como consecuencia de que la vida útil de los aparatos suele ser menor. Para finales del 2021, se estima que en el mundo se generarán 57.4 millones de toneladas de este tipo de residuos.
Entonces, resulta importante adoptar hábitos para prolongar y/o aprovechar la vida de un aparato o dispositivo electrónico y posteriormente, saber cómo reciclar sus componentes, porque solo el 17.4% de las materias primas que suelen contener como plata, cobre, platino entre otros son reciclados. El problema se genera por el modelo económico de consumo línea de “comprar, usar y tirar”.
¿Qué es la economía circular?
El concepto en este caso hace referencia al consumo sostenible, lo cual implica que no ocasionen daño al medio ambiente ni a la sociedad y permite la reducción de residuos o desechos, se explica en el documento “Estudio Economía circular en materia de telecomunicaciones".
El objetivo principal de la economía circular es aprovechar al máximo los recursos, añade, y que sean reintroducidos nuevamente al sistema de producción, para disminuir los residuos
¿Cómo prolongar la vida útil de los dispositivos?
En el mismo estudio elaborado por la Secretaría de Economía y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se recomienda que una de las forma de incrementar la vida de un dispositivo es hacer válida la garantía, ya que es la forma en la que puede respaldar que el producto, en caso de que falle o tenga algún defecto atribuible al fabricante.
“En el proceso de economía circular, el punto medio radica en extender la vida útil de los dispositivos electrónicos de telecomunicaciones mediante la implementación de las estrategias que permiten reusarlos, repararlos cuando sufran alguna falla o descompostura y optar por comprar productos que hayan sido reacondicionados, renovados o remanufacturados”, se explica en el documento.
Puntos a tener en cuenta en la garantía de un producto:
- Verificar que el dispositivo tenga garantía mayor a 90 días y que se entregue por escrito y en español.
- Revisar que el proveedor cuente con la capacidad técnica para que el dispositivo pueda ser reparado en caso de descomposturas.
- Asegurar que el proveedor se haga responsable de las reparaciones, cuando proporcione el dispositivo en arrendamiento o comodato.
Ante lo que se conoce como obsolescencia programada, es decir, que después de un periodo el producto falla o reduce su utilidad, lo que hace que una persona adquiera uno nuevo. La recomendación en este caso es aumentar los periodos de la garantía y así una persona puede reparar el aparato.
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