Los trabajadores independientes con actividades consideradas de alto riesgo por la pandemia registran una baja en ingresos de hasta 50 por ciento.
Esther Zárate es dentista. Por seguridad, dejó de trabajar en abril, y en julio reabrió su consultorio con citas controladas.
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“No es lo mismo. Por mucho atiendo a cuatro personas al día por temas de seguridad sanitaria; anteriormente eran hasta ocho pacientes. Te puedo decir que mis ingresos se redujeron entre 40 y 50 por ciento”.
“Todas las actividades que requieren un contacto físico para desempeñarse van a seguir afectadas hasta que no exista una vacuna, por el temor de contagio del cliente y del propio prestador de servicios”, comentó Héctor Magaña, analista del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Karen Díaz es estilista y asegura que su ingreso mensual bajó 30 por ciento. “Se redujo el número de citas, algunos clientes optaron por cortarse el cabello en casa, por temor a contagiarse; antes podía tener un tinte y un corte al mismo tiempo, ahora por higiene, no puedo, tengo que atender a las personas por separado”, señaló.
Nancy Estrada se dedica a ventas de productos de belleza por catálogo, pero muchas de ellas eran en demostraciones.
“Una buena parte de mis clientas no quiere asistir a las reuniones, mis ventas cayeron entre 30 y 40 por ciento”, expresó.
Por Fernando Franco