La recaudación del Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) cayó 9.9 por ciento en términos reales en el primer semestre del año, en medio de un deterioro de las ventas de vehículos ligeros en México.
El retroceso observado fue el mayor para un periodo similar desde 2009, cuando estalló la crisis financiera en Estados Unidos. En ese año la captación del ISAN se contrajo 29 por ciento.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) recaudó cinco mil 250 millones de pesos por dicho impuesto en la primera mitad del año, 124.9 millones menos de lo previsto para el periodo, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
“Las menores ventas de autos ya se refleja en las cuentas fiscales. El ISAN es un impuesto importante, ya que una parte se va a los estados”, comentó Jesús Arciniega, investigador de la UNAM.
Las ventas de autos en julio sumaron 105 mil 699 unidades, lo que representó una caída de 7.9 por ciento con respecto a 2018. Con este resultado, el mercado hiló 26 meses a la baja, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“Tenemos una crisis en el mercado interno automotor. Llevamos 25 meses (a junio) a la baja, no se puede negar está en crisis, si alguien opina distinto, yo lo respeto, pero los datos están ahí”, expresó recientemente Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Por Fernando Franco
edp