A pesar de que México tiene 15 reservas de uranio y se ubica en el lugar 24 en cuanto a depósitos a nivel mundial, nuestro país no está aprovechando todo el potencial en materia de energía nuclear, ya que sólo cuenta con una central nucleoeléctrica, cuyo presupuesto para este año es de 3 mil millones de pesos, pero que aporta sólo 4 por ciento de la electricidad total de la nación, coinciden analistas..
Según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), México destaca en una lista de 78 naciones en depósitos de uranio. Supera a 54 países, como Perú, que tiene 14 reservas; Portugal, con 11; Chile, con 9 reservas; Japón, con 2 depósitos, y Colombia, con uno.
De acuerdo con información del Servicio Geológico Mexicano (SGM) las reservas de uranio se concentran en seis estados de la República que alojan 162 mil 491 toneladas del combustible, catalogado bajo el tipo octaóxido de triuranio (U3O8).
Una de las principales áreas está en Chihuahua, en la zona Sierra Peña Blanca, a 60 Km aproximadamente de la ciudad de Chihuahua, y en donde se detectaron reservas totales por 2 mil 789 toneladas.
En Nuevo León se ubica la formación “Frío No Marino”, que alojan los principales yacimientos uraníferos conocidos como “La Coma y Buenavista” entre otros, con un total de reservas en el área por 5 mil 75 toneladas.
La tercera área importante encontrada por el SMG se ubica en Sonora, cerca de la Sierra de Aconchi, a 90 Km del noreste de la ciudad de Hermosillo, en donde se ubica el yacimiento “Los Amoles” y que aloja mil 664 toneladas.
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En Durango destacan áreas cercanas a la Sierra Coneto cuyas principales reservas se ubican en las zonas conocidas como “Montosa, Pinito y Perla”, que alojan mil 267 toneladas de uranio. En Oaxaca se encontraron manifestaciones uraníferas en la zona de Santa Catarina Tayata y San Juan Mixtepec, dentro del municipio, con reservas 696 toneladas.
Baja California Sur concentra yacimientos en San Juan de la Costa y Santo Domingo, que contienen mineral de uranio por 151 mil toneladas.
Pese al potencial de reservas de uranio, nuestro país sólo cuenta con una central nuclear en Laguna Verde, Veracruz, que es operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que tiene una capacidad instalada de mil 608 Megawatts (Mw).
El proyecto comenzó a idearse desde 1972 con el objetivo de diversificar las fuentes de generación de electricidad, sin embargo, debido a varios retrasos la planta se abrió hasta el 14 de abril de 1990.
De hecho la generación bruta de energía con base en la tecnología nuclear ha perdido terreno, ya que en 2014 se produjeron en México 9 mil 677 Gigawatts por hora en promedio, pero hacia 2018 esa cifra cayó 32 por ciento, a 6 mil 624 Gigawatts por hora, según el Sistema de Información Energética de la Sener.
A pesar de ello, para la CFE la central de Laguna Verde sigue siendo prioritaria y para este año le asignó un presupuesto de 3 mil 363.9 millones de pesos, para operación, mantenimiento y recarga, según el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019.
En mayo, el director de la CFE, Manuel Bartlett, creó el Comité de la Central de Laguna Verde, que se encargará de que se cumplan las medidas y protocolos de los estándares internacionales: “La seguridad en Laguna Verde está por encima de todo y en ese sentido no se escatimarán recursos económicos, técnicos y humanos, y se cumplirá de manera estricta con el calendario que defina el Comité”, dijo el funcionario.
El uso de la energía nuclear en México divide opiniones: “Los costos de desarrollar una planta nuclear son superiores a cualquier otra tecnología disponible. Un megawatt de capacidad nuclear casi llega a los 6 mil dólares. Además, cuesta una fortuna hacer otra planta como Laguna Verde, pues se ha estimado que se necesitarían casi 10 mil millones de dólares, un monto que supera la nueva refinería de Dos Bocas, que costará 8 mil millones”, dijo Jorge Andrés Castañeda, consultor independiente en energía.
Detalló que en varios países abandonaron esta tecnología por riesgos en seguridad y los desastres en Chernóbil y Fukushima.
“Alemania, por ejemplo, se ha alejado de esta tecnología, porque una catástrofe puede tener consecuencias devastadoras para un país. Existen mejores alternativas, como el ciclo combinado para generar electricidad”, añadió.
Otros expertos consideran que México no ha hecho lo suficiente para impulsar esa fuente: “No hay una decisión política y estratégica de largo plazo que permita definir cuál va a ser el uso de la energía nuclear en el país y ya llevamos varios años así. Sólo tenemos Laguna Verde, pero México tiene capacidad para más generación”, comentó Luis Miguel Labardini, analista de la consultoría Marcos y Asociados.
“México debería promover el uso de la energía nuclear porque tenemos yacimientos de uranio y es una energía limpia que contribuiría al equilibrio entre la creciente demanda de energía y la oferta limitada”, opinó Labardini.
“Una cosa es tener el recurso mineral y el otro es tener recursos para instalar nucleoeléctricas. Además, la Reforma Energética no contempló la energía nuclear porque es una actividad reservada exclusivamente para el Estado, por ser un área estratégica”, opinó Miriam Grunstein, experta del Rice University's Baker Institute.
Los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia Nuclear, señalan que es Estado es el responsable de la exploración, explotación y procesamiento de minerales radiactivos, el ciclo de combustible nuclear, la generación de energía nuclear, el transporte y almacenamiento de desecho nuclear, el uso y reprocesamiento de este combustible y la regulación de sus aplicaciones para otros propósitos.
Por Adrián Arias
edp