México tiene un déficit en infraestructura para transporte y almacenamiento de petrolíferos, ya que en los últimos nueve años no se ha construido un ducto, mientras que a partir de 1999 sólo se edificó una terminal de acopio.
La falta de infraestructura impacta los costos de los combustibles y se requieren al menos 250 mil millones de pesos en los próximos seis años, para desarrollar más de 65 proyectos a fin de atender las necesidades de logística, transporte, distribución y almacenamiento, según los especialistas.
Desde 2010 sólo entraron en operación dos poliductos y cinco ramales, una cobertura geográfica insuficiente para cubrir al país De igual forma, durante los últimos 17 años, Pemex sólo construyó la Terminal de Almacenamiento de Tapachula II en Chiapas, que entró en operación en 2016, agregando menos de 1 por ciento de la capacidad de almacenamiento operativa nacional, según el Diagnóstico de la Industria de Petrolíferos en México 2018, elaborado por la Sener.
La infraestructura existente en México para el mercado de petrolíferos, integrado por gasolinas, diésel, combustóleo y turbosina, se compone de 73 terminales de almacenamiento, cinco terminales marítimas, 10 instalaciones portuarias, 5 mil 259 kilómetros de oleoductos y 8 mil 883 kilómetros de poliductos. La capacidad total de estas instalaciones asciende a 33 mil 189 barriles diarios en promedio.
La Reforma Energética aprobada en 2013 abrió las puertas para el desarrollo de este sector, y desde 2015 la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha autorizado 2 mil 589 permisos para transporte, almacenamiento y comercialización de petrolíferos, en donde 90 de ellos fueron para Pemex Logística y 123 para Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). El resto de permisos se reparten entre empresas privadas desde medianas nacionales, hasta gigantes como la suiza Glencore, la estadunidense Chevron o la inglesa BP, las cuales aprovecharon la apertura del mercado para incursionar en nuestro país.
A pesar de estos avances, el desarrollo de la infraestructura de petrolíferos aún es insuficiente y son necesarias cuantiosas inversiones para detonarlo: “Se requieren aproximadamente 250 mil millones de pesos en los próximos seis años en infraestructura de petrolíferos, para garantizar un suministro eficiente, alcanzar la seguridad energética y fomentar el crecimiento económico”, dijo Abel Hibert,subjefe de innovación y análisis de la Presidencia de la República.
Esta situación ha afectado la disponibilidad de los combustibles en el país. En 2018 México contó con el equivalente a 3.5 días de inventarios en promedio para atender el consumo de gasolinas y diésel, mientras que Inglaterra el inventario equivale a 31 días; EU, 27; y Francia, 22 días.
Hibert dijo que México tiene la meta de subir a ocho días de inventarios de combustibles hacia 2022, y a 11 días a 2025: “Para ello se requiere completar las inversiones y seguir desarrollando infraestructura, además de diversificar las rutas y medios para transportar petrolíferos a las terminales tierra adentro”.
“La infraestructura que se tiene actualmente es muy limitada y podemos decir que en realidad tenemos inventarios de combustibles para cero días, porque el producto que entra a las terminales de almacenamiento sale inmediatamente para satisfacer al mercado y eso nos deja en una situación muy vulnerable”, dijo Isaías Romero, presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES).
Destacó que los inventarios de combustibles observados actualmente están 40 por ciento por debajo de la meta mínima definida por la Sener para 2020, que es el equivalente a 5 días para atender la demanda.
“El transporte y almacenamiento son los eslabones más importantes en la cadena de petrolíferos y el poco desarrollo de estos impacta en los costos de logística, lo que al final también incide en los precios que pagan los consumidores. Si se construyen más terminales y ductos, los costos de los combustibles se podrían reducir, porque reduces el gasto en logística”, dijo Arturo Carranza, experto de la consultoría Mercury.
Datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) señalan que el ducto es el medio más barato para transportar combustibles, mientras que el transporte por buque es 2 veces más caro; el carro tanque cuesta seis veces más, mientras que el transporte por pipas o auto tanques resulta hasta 14 veces más caro.
Por otro lado, los expertos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señalan que el desarrollo de la infraestructura de petrolíferos ha quedado rebasado por el crecimiento en la demanda, ya que en los últimos 17 años la capacidad de almacenamiento de petrolíferos creció solamente 0.4 por ciento, mientras que la demanda de combustibles aumentó 42.3 por ciento.
“La saturación de producto en las Terminales de Almacenamiento y Reparto afectan la seguridad energética nacional. Así, la diversificación tanto de fuentes de energía, como de infraestructura de producción, procesamiento, almacenamiento y distribución de combustibles, juegan un papel importante en garantizar el abasto de energía a la población”, de acuerdo con un análisis de Alejandro Limón Portillo, experto en energía del CIEP.
Sin embargo, la Sener ha identificado 70 proyectos de almacenamiento de petrolíferos que podrían detonarse en los próximos años con el objetivo de atender esta problemática, los cuales tienen el potencial de agregar una capacidad de 45.5 millones de barriles. Empresas como Valero, Avant Energy o Bulmatik se preparan para desarrollar estos proyectos.
En transporte de ductos, la dependencia también ha identificado al menos seis proyectos con una capacidad de 40 mil barriles diarios y con una inversión de 2 mil 751 millones de dólares, en los cuales participan las compañías Howard Energy Partners, Invex, Transcanada, Sierra Oil and Gas, Monterrey Energy y New Burgos Pipeline, entre otros.
Por Adrián Arias



