Sofía Hernández labora en una compañía de limpieza. Trabaja alrededor de 50 horas a la semana, de lunes a sábado, y percibe un salario de cuatro mil 500 pesos mensuales, es decir, menos de dos salarios mínimos.
De acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), entre 2005 y 2019 se perdieron 2.5 millones de empleos, a los cuales les pagaban más de cinco salarios mínimos mensuales (15 mil 400 pesos) y 3 millones con entre tres y cinco salarios mínimos (entre nueve mil 241 y 15 mil 400 pesos).
El detrimento de las condiciones laborales implicó que, en esos 15 años, se registrara un aumento de 7.8 millones de puestos laborales en el rango que paga entre uno y dos salarios mínimos (tres mil 80-seis mil 161 pesos), destacó el instituto en el análisis “Precarización laboral: la realidad nacional”.
[caption id="attachment_753292" align="aligncenter" width="1080"] Gráfico: Miguel Ulloa[/caption]“Resultado de la desaceleración, vemos un mercado laboral más deprimido, en generación como en condiciones de contratación, principalmente en materia de condiciones”, dijo Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más.
Cesar Camacho trabaja en una compañía de construcción. Gana cinco mil 400 pesos al mes, a cambio de trabajar entre 50 y 54 horas a la semana.
Él y Sofía tienen una situación en común. Ambos trabajan en lo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) define como condiciones críticas de la ocupación. En ese concepto están aquellas personas que laboran menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a ellas, así como a las que trabajan más de 35 horas a la semana y ganan menos de un salario mínimo mensual (tres mil 80 pesos) y las que laboran más de 48 horas semanales y perciben hasta dos salarios mínimos (seis mil 61 pesos).
Según el Inegi, en México, 10.76 millones de personas laboran en condiciones críticas, lo que representa 19.5 por ciento de la población ocupada.
La cifra registrada en el tercer trimestre del año es la mayor desde 2005 en que existen datos disponibles, incluso superior a lo observado en la crisis de 2009, cuando se alcanzaron niveles de entre 12 y 13 por ciento.
“Las condiciones laborales de los trabajadores es uno de los grandes problemas estructurales que tiene el país, porque crece el número de empleos, pero con salarios más bajos”, comentó Héctor Magaña, coordinador de Análisis del Centro de Investigación Económica y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
El fenómeno de las condiciones críticas de la ocupación es más intensivo en el género masculino. Un total de 20.6 por ciento de los hombres con empleo, equivalente a 6.9 millones, padece de este problema.
POR FERNANDO FRANCO
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