La regularización de los llamados autos chocolate, que fue avalada en la Cámara de Diputados, “legaliza un negocio que es ilegal”, dijo Guillermo Prieto, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
La iniciativa del diputado morenista Manuel López Castillo incluyó un artículo transitorio a la Ley de Ingresos de la Federación 2020, que implica que en ocho meses se realicen cambios para legalizar los autos chocolate —vehículos usados importados de forma ilegal— pero la última palabra la tiene el Senado.
En el marco del Foro Automotor AMDA 2019, la industria automotriz advirtió que si el gobierno regulariza estos vehículos, el fisco tendrá un boquete de hasta 21 mil millones de pesos hacia 2021. El impacto sería resultado de una menor recaudación del sector automotor en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Sobre Autos Nuevos (ISAN) ante la disminución de un 30 por ciento en las ventas de autos hacia 2021, detalló Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.
Indicó que este año esperan cerrar con un millón 300 mil autos vendidos, pero de concretarse esta medida, para 2021 la comercialización será de 910 mil unidades.
Rosales explicó que los vehículos chocolate entran al país sin pagar impuestos, “los maneja una persona que tiene licencia de conducir de Estados Unidos, los dejan de este lado, no hay garitas para revisar después de la franja fronteriza”.
Los puntos fronterizos por los que más ingresan los autos ilegales son: Tamaulipas, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Juárez , Mexicali y Tijuana.
Estos autos entran en calidad de contrabando y lo que estarían haciendo es legalizar el contrabando”, aseguró Rosales.
Dijo que la impunidad se mantiene gracias a que los gobiernos estatales y locales, en específico las autoridades de tránsito no hacen nada y los dejan circular.
Precisó que la mayoría de los autos que cruzan la frontera son inservibles, pero dentro de ese gran volumen se cuelan autos de lujo y camionetas, que aprovechan ese espacio de impunidad.
De acuerdo con Guido Vildozo, analista de IHS Markit, la industria automotriz en México está ante una gran amenaza que la llevaría a repetir lo que sucedió entre 2005-2009, cuando el entonces presidente de la República Vicente Fox abrió la puerta a los autos usados y las ventas de autos nuevos cayeron un 30 por ciento.
Una apertura permanente tiene una repercusión más seria y podemos tener una repetición de lo que pasó en 2009 cuando el mercado se paralizó totalmente", precisó el analista automotriz.

POR LAURA QUINTERO Y EVERARDO MARTÍNEZ
eadp