El representante del sector privado en las negociaciones del TLCAN, Moisés Kalach, manifestó que la cláusula automotriz en el acuerdo con Estados Unidos quedó balanceada, además de proteger a la industria automotriz existente en México, la inversión y competitividad.
El requerimiento regional en la industria automotriz pasó de 62.5 a 75 por ciento. De ese total, 60 por ciento del contenido de un automóvil se puede hacer en cualquier lugar y el 40 por ciento restante forzosamente se tendrá que fabricar en una zona de alto salario.
En este contexto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, explicó en conferencia telefónica desde Washington que con 60 por ciento de la regla de origen puedan seguir exportando todas las compañías mexicanas que cumplan con la regla internacional, esto será libre comercio para todos los autos que se están fabricando actualmente en México.
“Es una extraordinaria negociación la que hizo Guajardo para la industria automotriz, al mismo tiempo del libre comercio para todas las camionetas que se producen actualmente en México, para exportarse hacia Estados Unidos”, reconoció.
Añadió que en primer lugar se protegen los empleos y la inversión comprometida en México, se mantiene la competitividad de las plantas automotrices mexicanas para las exportaciones y en tercer lugar México sigue siendo atractivo para generar nuevos empleos e inversión.
En cuanto a los mayores salarios, Castañón Castañón dijo que el incremento de los salarios llevará su tiempo, para que evolucione la economía y las empresas reduzcan otros costos como los de seguridad y logística, con la finalidad de generar zonas de mayor salario.
“Evidentemente las zonas de salario se distribuyen en tres tipos: el salario de 16 dólares, más un salario específico para manufactura especializada, más otro salario para investigación y desarrollo”, detalló.
Moisés Kalach refirió que, del 40 por ciento de productos fabricados en la zona de altos salarios, estos pueden representar hasta 25 por ciento y el resto, el 15 por ciento, son créditos que las armadoras se ganan a la hora de hacer inversiones en investigación y desarrollo.
Por Nancy Balderas