En México uno de cada dos programas de computadoras es pirata, lo que deja a nuestro país como una las naciones más vulnerables a los ciberataques en Latinoamérica, de acuerdo con expertos.
El 49 por ciento de los programas informáticos que se usan en las computadoras y las instituciones mexicanas no tiene licencia legal. Ello generó pérdidas para la industria por 760 millones de dólares en 2017, posicionando a nuestro país en el segundo lugar en la región, sólo por debajo de Brasil, que observó pérdidas por mil 665 millones, señalan datos de BSA The Software Alliance.
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FOTO: El Heraldo de México[/caption]
Los programas pirata no se actualizan, ello abre espacios para el software malicioso (malware), ciberespionaje, o hackeo. “La máquina está protegida si cuenta con todas las actualizaciones, y si no es así, la vulnerabilidad de la sistema y la red es mayor a un ataque cibernético”, dijo Kiyoshi Tsuru, director general de BSA para México.
El software pirata está al alcance de mano, basta recorrer las calles del centro de la Ciudad de México. En la esquina donde convergen Eje Central y Madero hay personas que venden estos programas; aparentemente pasean como cualquier transeúnte, pero cuando ven un cliente se le acercan con la pregunta “¿Buscas algún programa para? Tenemos el que quieras”.
Una vez pactado el precio, desde 90 a 150 pesos por disco, dan la orden a otra persona para que traiga el disco y lo entregan sigilosamente al comprador. El software ilegal también está en páginas web donde los usuarios comparten links para descargarlos desde la nube.

“Muchas veces las tiendas de conveniencia o pequeñas empresas prefieren pagar alrededor de 150 pesos por un programa pirata, a comprar uno a la medida de sus necesidades”, dijo en entrevista con El Heraldo de México, Gustavo Díaz Arriaga, director general de Bit-Util.com, una desarrolladora de software que atiende a más de 35 clientes entre corporativos y gobierno.Elegir programas pirata generalmente implica el riesgo de un doble gasto: “He tenido clientes que primero adquieren software ilegal y luego caen en la cuenta de que no cubre sus necesidades, entonces regresan a comprarnos los programas”, comentó Díaz. El costo que las empresas y personas llegan a pagar por usar programas pirata es muy alto, pues además de los recursos económicos que implica, en algunos casos se pierde información invaluable que corre el riesgo de ser mal utilizada, añade un análisis de Deloitte. Por Adrián Arias