La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) advirtó que, con o sin TLCAN, hay una agenda de temas pendientes que no admite demoras por transiciones sexenales o negociaciones comerciales, para sacar a flote la economía. Su estrategia incluye espacios educativos industriales y para la innovación.
En su publicación de Pulso Industrial correspondiente a julio, planteó la necesidad de trabajar en tres frentes. El primero sugiere mejorar y aprovechar íntegramente el capital humano, la fuerza laboral, nuestro bono demográfico; incrementar la inversión en capital físico, con recursos públicos y privados; y finalmente, crear una estrategia de reindustrialización en el país.
Respecto a este último punto, al considerar que la producción industrial incrementó 0.6 por ciento en 2017, la Concamin expuso que México requiere de una clara y sólida política industrial que permita elevar la competitividad del sector fabril, innovar, conservar y ampliar las fuentes de empleo en el sector formal de la economía.
En este contexto, puso sobre la mesa cinco líneas estratégicas:
1. Establecer como objetivo pasar de un crecimiento de 2.3 a 5 por ciento anual del PIB, en función de una competitividad industrial sistémica.
2. Una política industrial de Estado. Adicional a elevar las compras de gobierno con contenido nacional e incrementar éste en las exportaciones, sugieren generar programas de desarrollo industrial a nivel sectorial y regional.
El punto incluye aumentar las capacidades productivas de las Pymes y fomentar la creación de empresas proveedoras de insumos intermedios y bienes de capital, crear la Alianza por la Educación Industrial para la Integración Social y el Desarrollo Competitivo de México, así como el Instituto de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, Innovación e Ingeniería en Manufactura.
3. La creación de una banca de desarrollo industrial, para financiar proyectos estratégicos.
Promover la inversión privada en manufacturas, hasta alcanzar por lo menos de 15 por ciento como proporción del PIB para el 2030.
5. Reducir, en seis años, el costo de la carga regulatoria del actual 3.5 a 2 por ciento del PIB e instrumentar una política económica que garantice “suelo parejo” a las empresas.
En el documento, los industriales reconocieron que la economía mexicana avanza a un ritmo menor al de su potencial. Motivo por el que propuso a actuar en un entorno de avance del proteccionismo comercial, y de incertidumbre por el TLCAN.
No debemos perder de vista que tenemos una agenda por atender, independientemente de lo que suceda con la negociación del TLCAN, los precios del petróleo, la inflación y las tasas de interés", dijo su presidente Francisco Cervantes.Por Nancy Balderas S.