ACAPULCO. El sistema financiero mexicano cuenta con la fortaleza suficiente para afrontar un entorno “de profundos cambios e interrogantes con desafíos para la economía”, aseguró al sector bancario, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, durante la 81 Convención Bancaria en Acapulco, Guerrero.
En presencia del presidente de la República, Enrique Peña, Díaz de León refirió que México afronta “un panorama complejo”, primero, ante el abaratamiento del precio del crudo y que afecta los ingresos petroleros del Estado; segundo, el alza de las tasas de interés en EU; y tercero, el surgimiento del proteccionismo y la revisión de modelos de integración global, como lo prueban el Brexit y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Todos estos elementos generan volatilidad en el tipo de cambio y reajustes en las carteras de inversión.
Explicó que ante estos factores el sistema financiero se encuentra sano, en parte, ante la adopción temprana de los estándares internacionales más altos para fortalecer su resistencia ante choques externos.
Díaz de León destacó que la autonomía del Banxico, otorgada desde 1993, es una piedra angular para cumplir con el mandato constitucional de mantener la estabilidad de los precios, y, añadió, “es el faro y guía de todas sus actividades”.
Aunque la inflación durante el año pasado cerró por arriba de 6 por ciento, comentó que hacia finales de 2018 se prevé que coverga al objetivo de 3 por ciento.
Por su parte, Bernardo González, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ( CNBV) comentó que desde hace cinco años, la banca “va muy bien”. Al cierre de diciembre de 2017 creció 10 por ciento respecto de diciembre de 2016 y en lo que va a de la administración creció 41 por ciento.
Desde su perspectiva, es una banca que está prestando “más y más barato” y de manera sustentable, muy sólida.
POR ENGGE CHAVARRÍA Y ERICK RAMÍREZ / ENVIADOS