Durante el primer mes del año, Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó 1,046 tomas clandestinas en sus ductos, lo cual implica un incremento de 26 por ciento respecto al número registrado en enero del año pasado, cuando el mismo se ubicó en 828.
El dato de enero también representa el segundo mayor número de tomas para un sólo mes, después de las 1,057 reportadas en marzo del año pasado.
Luego de haberse reducido a un promedio de poco más de 700 tomas por mes a mediados del año pasado, los últimos tres meses del 2017 repuntó el número de tomas encontradas a un promedio por encima de las 900 al mes. Esto se debió principalmente a la migración de las bandas que roban combustibles de unas entidades a otras, lo cual impulsó el delito más allá de Puebla y Guanajuato, que encabezaban la lista.
Dicho comportamiento continuó este enero, pues el estado con el mayor número de tomas fue Hidalgo que registró 139 tomas, seguido de cerca por Guanajuato con 131 y un poco más atrás por Puebla con 110.
Otras muestras de que el delito se sigue expandiendo por la República es que en el Estado de México hubo 98 tomas clandestinas, récord para un mes; y en Jalisco 69, también récord para un solo mes.
A principios de año el director general de Pemex, Carlos Treviño, dijo que, precisamente por el comportamiento que se estaba dando en el delito, la empresa productiva del Estado trabajaba en una nueva estrategia para combatir el robo de combustibles a sus ductos, que el año pasado cerró con la cifra récord de 10 mil 363 tomas.
Por Ender Marcano