El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó formalmente la imposición de aranceles a las importaciones de acero de 25 por ciento y de 10 por ciento para las del aluminio, de los que quedan exentos por el momento México y Canadá.
Trump dijo que el acero y el aluminio "son vitales para la seguridad nacional" de Estados Unidos, y agregó que debido a la "especial relación" con Canadá y México, con los que se está renegociando actualmente una nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), estos dos países no se verán afectados.
"Tengo la impresión de que vamos a alcanzar un acuerdo sobre el TLCAN (...) Si lo logramos, no habrá aranceles para Canadá y México", precisó.
México rechazó cualquier vinculación con el TLCAN. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo a Reuters que "bajo ninguna circunstancia (el diálogo) estará sujeto a ningún tipo de presión".
El ministro de Comercio Exterior canadiense, Francois-Phillippe Champagne, dijo que su país no aceptaría ningún arancel de Estados Unidos.
INSTALARSE EN EU
Donald Trump describió las prácticas comerciales en los mercados del acero y aluminio como "un asalto a nuestro país" y señaló que lo mejor sería que las empresas extranjeras se mudaran a Estados Unidos. "Si no quieren pagar impuestos, traigan su planta a Estados Unidos", dijo el mandatario.
El presidente estadounidense informó que "los aranceles no serán efectivos por al menos otros 15 días, y vamos a ver quién nos está tratando de manera justa y quien no".
Durante el evento, el mandatario estuvo acompañado por el vicepresidente estadounidense, Mike Pence; el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, además de un grupo de trabajadores siderúrgicos.
El director general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Tom Donahue, expreso su preocupación de que se desate una guerra comercial a nivel global, de acuerdo a una información de la agencia AP.