Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), exigió que no haya visiones "miopes" que detengan el desarrollo de infraestructura en el país.
Independientemente de quién resulte ganador de la presidencia, no deberá de haber visiones miopes, ni tendrá que haber nadie corto de miras por querer cambiar lo que hasta ahora se ha realizado. No es admisible lo que vaya en contra del desarrollo del país”, dijo el ejecutivo.En la inauguración del 29 Congreso Mexicano de la Industria de la Construcción, Arballo agregó que un presidente con esas características podría en desventaja competitiva ‘muy grave’ en la asignatura de infraestructura. “Pero lo mismo ocurre con reformas estructurales o grandes obras de infraestructura que demanda México. Debe privilegiarse la constitución técnica y no el impulso político electoral”, añadió Arballo, quien al cierre del evento dejará la presidencia del gremio constructor. Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena a la presidencia es quien ha fijado una postura radical sobre el tema del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), al advertir que de llegar a la presidencia cancelaría la construcción que se está realizando en Texcoco y renegociaría los contratos para concretar su aeropuerto en Santa Lucía. Arballo aseguró que luego de la realización nueve foros nacionales abarcando diferentes entidades de la República, la CMIC conformó una propuesta de Plan Nacional de Infraestructura, la cual será expuesta a los candidatos presidenciales en el congreso que se está realizando en Guadalajara. “El plan con visión a 2030, será presentado en este congreso a los candidatos y otros actores para que se comprometan en materia de política pública y logremos traspasar periodos sexenales, que tengamos compromisos basados en rentabilidades socioeconómicas, invertir más eficientes y que no esté basado en compromisos electorales y políticos. México no necesita reinventarse cada seis años”, dijo. Cada inicio de sexenio, las administraciones por ley tiene que presentar un programa de infraestructura, el cual termina en su último año, lo que propone el gremio constructor, es que en el siguiente se consideren proyectos que abarcan dos sexenios. POR EVERARDO MARTINEZ