Empresarios mexicanos externaron su disposición para trabajar de forma coordinada con el presidente Andrés Manuel López Obrador para impulsar el desarrollo económico del país, con apego al Estado de Derecho, y coincidieron en la necesidad de crear un ambiente de certidumbre para las inversiones.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, externó la disposición de la iniciativa privada para trabajar con el nuevo gobierno en la generación de oportunidades para toda la población. Reconoció, durante su asistencia a la toma de protesta en San Lázaro, que el principal reto será generar más y mejores empleos, en un contexto de certidumbre para los inversionistas nacionales e internacionales.
El líder de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes, consideró que el primer mensaje de López Obrador como presidente de México dio señales de confianza a los empresarios y de continuidad a las inversiones. En este caso, los industriales insistieron en la necesidad de incrementar la participación del sector en la economía mexicana, así como en el reto de fortalecer el mercado interno y reactivación del consumo.
López Obrador reiteró en la Cámara baja su rechazo a las reformas energética y educativa, e insistió en que no permitirá la extracción petrolera a través del fracking ni el uso de transgénicos en el campo.
En respuesta, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), liderada por Gustavo de Hoyos, externó que el discurso tuvo un saldo negativo, “polarizantes, cargadas de ideología retrógrada”.
Sin embargo, De Hoyos Walther subrayó que la relación entre el sector patronal y la nueva administración "será institucional, estaremos siempre atentos para apoyar y acompañar las buenas políticas públicas, sin fobias, sin prejucios, sin concepciones maniqueas".