La industria automotriz estadounidense exige aumentar hasta 80 por ciento el contenido regional para la producción de automóviles en América del Norte.
Según fuentes cercanas a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno estadounidense y representantes del sector automotriz pidieron a sus contrapartes fijar entre 70 y 80 por ciento el componente regional.
Actualmente, el tratado comercial establece un contenido de 62.5 por ciento para que un auto o los componentes sean considerados como producto norteamericano. “Tener un requisito de contenido nacional, no necesariamente beneficiaría a la región y a las empresas”, dijeron.
Cuestionado al respecto, Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, afirmó que el tema de reglas de origen será un asunto complejo y difícil en la negociación y generará tensiones entre los tres países.
“Las reglas de origen es un tema que preocupa a la industria automotriz y es tema central en la negociación”, dijo.
Agregó que la propuesta que hizo Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, para tener un contenido nacional es un tema atípico porque normalmente se negocia sobre un porcentaje de producción y componente regional.
“Cuando hablamos de un acuerdo bilateral, evidentemente se habla de algo entre dos países, pero cuando es una región, de tres países o más, estamos hablando de una visión regional. Para que apliquen preferencias de un tratado como este, se habla que ciertos productos que van a comercializarse tengan un porcentaje de contenido regional porque se busca fortalecer todo un andamiaje entre varios países”, explicó.
De Hoyos dijo que los objetivos de EU no responden a esta visión de libre comercio y de complementariedad de la región en su conjunto, lo cual será un tema “complejo” y “uno de los temas más difíciles de esta negociación”.
ENERGÍA
Los negociadores mexicanos, estadounidenses y canadienses descartaron negociar el capítulo energético en la primera ronda del TLCAN, para enfocarse sobre temas controversiales como las reglas de origen, los mecanismos de resolución de disputas comerciales y capítulos nuevos como anticorrupción, laboral y ambiental.
Fuentes cercanas a la negociación afirmaron que se decidió no incluir discusiones sobre el sector energético porque todavía no se ha determinado las disposiciones sobre el tema.
Señalaron que en el Acuerdo Transpacífico (TPP) no se incluyó un capítulo energético porque se determinó negociarlo por sectores productivos.
Por lo tanto, el tema podría empezar a tocarse en la próxima ronda de negociación en México en septiembre.
Mientras tanto, en Washington, los negociadores se enfocan en temas de inversión, servicios financieros, comercio digital, industria textil, pequeñas y medianas empresas, barreras técnicas para el comercio, capítulos laboral y ambiental, propiedad intelectual, reglas de origen, telecomunicaciones, movilidad laboral, empresas estatales y anticorrupción.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se reunió con los ocho senadores mexicanos para informarles del avance de las negociaciones.
La reunión que duró cerca de dos horas en la Embajada de México en EU, trató temas técnicos del funcionamiento de las 26 mesas en las que participan cinco personas de cada país.
Ernesto Cordero, integrante de la Comisión de Hacienda del Senado de la Republica, dijo que será una “negociación difícil” en la que se nota la “ignorancia” del representante comercial de EU, Robert Lighthizer, sobre el impacto del comercio y del TLCAN.
Por su parte, la Cámara Canadiense de Comercio en México (CanCham) ve con “prudente optimismo” el arranque de la modernización del tratado porque la “firmeza en las posiciones de México y Canadá acabarán orientando la negociación al objetivo de fortalecer la región”.
Armando Ortega, presidente del gremio, dijo que no deberán sorprender “los desplantes” de la delegación estadounidense, ya que tiene la presión de defender posiciones “radicales e irrealistas” de Trump.
Por Pierre Mark-René