Canadá es uno de los destinos favoritos en el mundo para practicar deportes invernales, pero en el verano también ofrece una vasta riqueza de actividades.
En
Montreal, la segunda ciudad más poblada del país y uno de los principales destinos comerciales y culturales de
América del Norte, hay alrededor de 50 festivales al año, casi uno por semana, y algunos de los más importantes, como el
Osheaga, el de
Jazz y el
Francofolies se realizan en esta época.
Pero más allá de estas festividades,
Montreal es un evento en sí misma. Con 375 años recién cumplidos, esta metrópoli posee historia, tradición y cultura que se respira en cada una de sus calles, monumentos y plazas.
La arquitectura es uno de los elementos más atractivos en
Montreal, ya que combina más de tres siglos de estilos. Desde las casonas victorianas en el Centro que pertenecieron a la sociedad acaudalada de los siglos XVII y XVIII –y que hoy albergan consulados, facultades y galerías–, hasta las fachadas tradicionales de ladrillos rojos donde solía vivir la clase obrera en el
Plateau Mont-Royal, hoy un barrio residencial lleno de vida, restaurantes y bares.
Es de destacar la arquitectura religiosa, con unas
400 iglesias y basílicas de
estilo neogótico, muchas de ellas convertidas en galerías e incluso viviendas, y los modernos rascacielos que por ley no pueden estar por arriba de los 232 metros, para no sobrepasar la altura de “la montaña”, la única elevación natural de la ciudad y un orgullo para sus habitantes.
SITIOS IMPERDIBLES
Ubicada al sur de
Quebec, la isla de
Montreal tiene atracciones en todos los puntos. La montaña es uno de los más visitados por sus vistas de la ciudad, así como el
Viejo Montreal, el casco histórico que mantiene aún algunas calles empedradas e inmuebles con fachadas europeas.
La
Plaza de Armas, la basílica de
Notre Dame, el puerto y la calle
Saint- Paul, son visitas obligadas. En el centro los visitantes podrán disfrutar de restaurantes, tiendas, bares y discotecas, la mayoría en la calle
Sainte Catherine, la avenida comercial más larga de Norteamérica.
En la zona también hay una cantidad importante de galerías y museos, como el de
Bellas Artes, el más grande en la ciudad. El barrio latino y el
Plateau Mont-Royal, son dos de los puntos más “vivos” de la ciudad por su oferta cultural y nocturna.
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LUGARES DE ENSUEÑO
Amén de
Montreal, la provincia de
Quebec tiene diversos destinos, como
Tremblant, un
resort diseñado para los amantes del ski, pero con una vasta serie de actividades veraniegas.
La villa, que data de 1939, es una maqueta navideña con sus 30 hoteles y 75 coloridos comercios. La montaña, que en invierno es posesión de los esquiadores, en esta época tiene una pista para descender en go-karts. Además, en el bosque se ofrece un espectáculo de luz y sonido.
Finalmente, a una hora de distancia de
Tremblant, en Saint-Hippolyte, el
Albergue del Lago Morency cuenta con todas las comodidades para un par de días de descanso y esparcimiento: kayaks para pasear por el lago, spa, paseos por el bosque a pie o en jeep, pesca deportiva, alberca y hasta una capilla para realizar bodas.
POR JUAN LUIS RAMOS (TEXTO Y FOTOS)
JUAN.RAMOS@HERALDODEMEXICO.COM.MX