Hace 44 años, el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) buscaba lotes, edificaba y prestaba al trabajador para comprar casa. Fue testigo de crisis económicas como la de 1982, del error de diciembre y sus consecuencias financieras en 1994 y del período en que gobernó el PAN; hoy David Penchyna (de militancia priista) es el director general y asegura que es una institución fortalecida en términos financieros y está blindada contra el populismo.
“(El Infonavit) es una institución que está blindada contra el populismo, porque es líder indiscutible en la industria de la vivienda del país y América Latina; ningún gobierno (en el futuro) debe caer en tentaciones electorales para generar un riesgo porque con infraestructura técnica y humana podemos emprender mayores cosas a futuro dentro del Infonavit”, dice su director.
El hidalguense, en una entrevista para El Heraldo de México, responde que lo anterior forma parte de su discurso en contra del populismo, recuerda todos los avances realizados, desde el sistema del ahorro para el retiro, el número de hipotecas colocadas, las reformas financieras y lo avances en materia de crédito.
Sin embargo, dice que el futuro de esta organización está en "la modernización del gobierno, en la voluntad política" para protegerla de ideologías y en ellas está que no permitan el mal uso de este fondo que tiene un sentido social , porque aclara “no somos un banco, no captamos recursos del sector privado”. Presume que en 2016 el nivel de entradas de flujo fue histórico: alcanzó la cifra de 193 mil 586 millones de pesos, al superar la meta estimada de 192 mil 563 millones de pesos.
Al cierre del año, las aportaciones patronales totalizaron 70 mil 529 millones de pesos, con un incremento anual de 7.7 por ciento, lo que representó la segunda fuente de ingresos para el Instituto, sólo después de la recuperación de cartera, misma que ascendió a 110 mil 827 millones de pesos, un aumento de 7.9 por ciento con respecto al año anterior.
Aclara que 80 por ciento de la cartera vencida ha sido la acumulación de los últimos 10 años, "no todo ha sido malo". Dice que hay una oferta hipotecaria, tenemos préstamos para todos, hasta para el que gana un salario mínimo o más de 15”.
Resume que el Infonavit es una casa que tiene 60.2 millones de derechohabientes, de los cuales 20.3 millones están activos; y hay un universo de 16 millones de personas que no han solicitado su crédito y califican para una hipoteca.
Dice que las nuevas generaciones, dadas las condiciones actuales de la economía, así como la falta de estabilidad laboral, hacen que los más jóvenes prefieran no adquirir un crédito hipotecario que tardarían hasta 30 años en pagar. Prefieren el mercado de renta en el país.
SUBASTAS, BUEN NEGOCIO
Las casas abandonadas dejaron de ser un problema sustancial para el Infonavit, dice el también ex subdirector general de dicha institución, que ocupó el cargo durante 1994-1995, cita que en este año pretende colocar alrededor de 60 mil viviendas deshabitadas mediante subastas y macrosubastas. Relató que la última que hizo en línea fue un éxito y ahorro para los trabajadores, son inmuebles de bajo costo.
Aclaró que no todo lo que llaman casa abandonada lo es, hay vivienda que no está ocupada, pero se sigue pagando. Hay otra categoría en donde los inmuebles están desocupados porque el trabajador ha perdido su empleo, la deja de pagar y existe una franja marginal en donde familias salen de sus casas por la presión de grupos vandálicos. Los dos últimos casos son expresamente casas abandonadas.
--¿En cuánto tiempo logran recuperar una casa abandonada?
--Hemos mejorado en la cobranza, pero nosotros tardamos hasta cuatro años, porque damos oportunidades al trabajador que se recupere, sobre todo cuando ha perdido su empleo. Los bancos lo hacen en menos de un año.
Añade que el Infonavit da crédito a siete de cada 10 hipotecas; la tasa de interés que maneja para los “trabajadores que ganan menos de 15 mil pesos es de seis por ciento.
Concluye que hay expedientes abiertos de casos de corrupción en contra de defraudadores a cuentahabientes y constructores, no abunda en ellos por ser discrecional, pero “quiero ganarme tres coloradas, porque aquí (en el instituto) deben portarse bien”.
Por Engee Chavarría