México no es el mayor productor de chile en el mundo. Desde hace años, los chinos son los reyes en la cosecha del fruto usado en las cocinas de los hogares mexicanos para preparar chilaquiles, salsas y antojitos.
“Al menos 60% de los chiles cuaresmeños o jalapeños consumidos en México provienen de China, ya que es más barato traerlo desde Asia, que cosecharlo en el país”, asegura Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los chiles chinos pasan por las aduanas mexicanas sin ningún problema hasta llegar a las mesas y el paladar de los mexicanos: “Nada entra por contrabando, porque cuentan con permisos de importación”, señala el investigador de la UNAM.
La gastronomía china usa más picante que la mexicana, pero muchas veces no se ve por la distancia que separa a ambas naciones, agrega.
A los productores chinos se les facilitan instrumentos tecnológicos como invernaderos y riego por goteo, lo cual hace que la cosecha del chile sea muy bondadosa, dice.
“A los mexicanos nos gana decir 'hasta la virgen de Guadalupe ya la tienen en China', ahora también nos venden chile para hacer unos chilaquiles medios dulces”, dice Martínez Cortés. Los chinos también exportan calabaza, cebolla, apio y zanahoria a México.
China produce la mitad del chile del mundo y cosecha seis veces más de lo levantado cada año por los productores de México, según la Organización de Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO).
El último dato recabado por la FAO sobre la producción de chile en China data de 2014, y refiere que en sus campos levantaron más de 16 millones 147 mil toneladas.
México, por su parte, en 2016 produjo más de 2 millones 922 mil toneladas del principal condimento utilizado por los mexicanos, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
“No somos un país muy productivo por las condiciones orográficas y la falta de tecnología, aunque en los valles es donde hay una visión más empresarial y comercial, como en Sinaloa y Sonora, es competitiva y productiva”, dice Antolín Rojo Leyva, gerente de Asuntos Económicos de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur. Agrega que existe una abundante disponibilidad de agua en el centro y sur de México, pero es una región donde los lotes son muy pequeños, irregulares y la topografía no favorece para cultivar a gran escala.
Rojo Leyva explica que el éxito de China y Estados Unidos son sus grandes extensiones de tierra y planos, así como la tecnología de punta y el que sus agricultores operen a gran escala: “En México hay minifundios y los territorios están fragmentados en lotes pequeños”.
México es uno de los buenos productores de maíz en el mundo, pero “estamos lejos de Estados Unidos, quienes tienen una franja que produce la mitad del grano a nivel mundial”, concluyó el economista.
Por: Enrique Hernández