Hace 18 meses, parecía imposible que Donald Trump pudiera ganar la presidencia de los Estados Unidos. Hace menos de un año, se veía muy difícil que pudiera encontrar el suficiente apoyo legislativo para hacer realidad sus alocadas promesas de campaña. Sin embargo, en el tema de la reforma fiscal, parece haber encontrado lo que será una de sus pocas victorias políticas en este primer año de mandato. Al momento de escribir este documento, el Congreso acababa de aprobar la última versión de la reforma con una votación 224-201, sin ningún voto demócrata y con la negativa de varios legisladores republicanos, pero ya casi como un hecho confirmado que el Presidente Trump firmará el decreto en las próximas horas.
Algunos componentes importantes de esta reforma incluyen:
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- Reducción de catorce puntos en la tasa del impuesto sobre la renta para las empresas, al pasar de 35% a 21% a partir del 1 de enero de 2018.
- ? Eliminación del Alternative Minimum Tax (una especie de impuesto alternativo tipo IETU).
- ? Luz verde a la deducción inmediata de inversiones.
- ? Un impuesto aplicable a ciertos pagos que empresas americanas realicen a sus partes relacionadas en el extranjero de hasta 20%.
- ? Esquema de repatriación de capitales para empresas.
- ? Ajuste en las tasas de impuesto para las personas físicas.