Las principales avenidas de Jalisco se pintaron ayer de rojo y negro para celebrar el bicampeonato del Atlas, un club que, después de tiempos oscuros, en los que incluso tuvo el trago amargo del descenso, hoy encontró la estabilidad deportiva, para apuntar a ser un protagonista constante en el balompié nacional.
Uno de los artífices de los dos trofeos de Liga MX y el Campeón de Campeones, es Alejandro Irarragorri, presidente de Grupo Orlegi, dueño del conjunto tapatío y del Santos.
En palabras para El Heraldo de México, el directivo destacó la importancia de tener dos escuadras competitivas en la misma organización, recordando que el equipo lagunero tiene seis estrellas en torneos cortos.
“Son como dos hijos, donde la visión es la misma, la misma educación y los mismos modales, pero el Atlas, sin duda, tiene su propia personalidad”, mencionó.
No ocultó la satisfacción que tiene al retribuirle a la afición el apoyo por años de incondicionalidad, en donde sufrieron más de siete décadas de sequía en su palmarés. “Es algo que les prometimos hace seis meses, y ahora cumplimos llevando algo más a sus vitrinas. Vienen más cosas, debemos seguir trabajando, no hay más”, indicó.
Los trofeos respaldan el nuevo plan a corto y mediano plazo que pretende Grupo Orlegi, en donde uno de los objetivos es el plano internacional, pues el Atlas no acude a una competencia de esta índole desde 2015, cuando participó en la Copa Libertadores.
Al ser campeón de la Liga MX, tendrá su primera asistencia a la Concachampions, para la edición de 2023.
Uno de los jugadores que más disfrutó los festejos de ayer en la Glorieta de los Niños Héroes, fue Luis Reyes, canterano de La Academia, y pieza fundamental en la reciente temporada.
“Esto es un sueño para mí, nadie creía en nosotros. Hemos callado bocas, tenemos nuestra identidad y nadie nos ha regalado nada”, indicó minutos después de convertirse en bicampeón.
CAR