Faltaban dos segundos para terminar la pelea. Tras 12 extenuantes rounds, era prácticamente un hecho que Meldrick Taylor acabaría con el invicto de Julio César Chávez y se convertiría en el rey absoluto de las 140 libras, sin embargo lo impensable sucedió.
Hace exactamente 32 años, el “César” del boxeo incrementó su leyenda con un regreso histórico para derrotar en Las Vegas al campeón estadounidense, que había dominado de principio a fin la pelea y tenía todo para ganar en la decisión de los jueces.
El 17 de marzo de 1990, se registró uno de los finales más cardiacos y polémicos en la historia del boxeo. Un derechazo de Chávez mandó a la lona a un maltrecho Taylor y a falta de dos segundos para el final de la pelea, el referee Richard Steele decidió parar la reyerta.
“Si sobrevive al round gana la pelea”, dijo uno de los narradores de la pelea en HBO. Nadie imaginaba que el tercero sobre la superficie finalizaría el combate.
“Es uno de los finales más controvertidos en la historia”, atinaron a decir los especialistas, sin embargo el público mexicano en la arena y millones en México veían la otra parte de la historia, una auténtica gesta heroica del campeón mexicano.
Ese fue un momento definitorio para ambos boxeadores. Chávez se encumbró para ser una de las grandes leyendas del boxeo mundial, mientras que Taylor se perdió en la intrascendencia deportiva, aunque hubo una revancha años más tarde, con el mismo resultado y sin tanto drama de por medio.
La historia de Julio César Chávez no se entendería sin aquella noche mágica. Tras un largo reinado, el campeón mexicano se sumió en una espiral destructiva de la que salió en base a esfuerzo para hoy ser un carismático comentarista y empresario.
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